por Lucía Escobar
elPeriódico (7 dic 09)
A las 10:30 horas llegó la vecina a contarme que agarraron a tres mujeres y un hombre robando cortes y güipiles en el mercado central. “Los están paseando en la Santander y los quieren quemar, andá a ver”. Quise decir que no cubro linchamientos, pero no hablé.
Salí directo a la tienda de mi vecindad en el Barrio Jucanya para preguntarle al tendero si había escuchado algo. “No, eso fue la semana pasada en Sololá cuando lincharon a dos mareros que intentaron extorsionar a un piloto y luego lo asesinaron”.
Caminé hacia el puente La Amistad, y en el camino me entró otra llamada. “Ya mataron al hombre, el cadáver está frente a la Municipalidad, ¿no vas a ir a cubrirlo?”.
Me temblaron las piernas y caminé hacia el mercado. Recordé que anteayer en una manifestación de mototaxis contra el proyecto de volver peatonal la calle Santander, escuché decir a dos jóvenes que ojalá en Pana fueran como los sololatecos que no se dejan. “Quememos a dos indios, a ver si no hacen caso”.
Llegué frente a la iglesia católica y vi gente armando un árbol de navidad. A menos de cien metros, frente a la Estación de Policía Nacional Civil estaban reunidas unas mil personas. Tirado a media calle un cuerpo envuelto en nylon negro. Una anciana kaqchikel se acercó a descubrirle la cara para ver si no era un familiar.
Me colé entre la gente bajo la estatua del dinosaurio y escuché al borracho del pueblo pedir gasolina.
No logré localizar un solo líder incitador, de todas partes a mi alrededor surgían voces que bromeaban; sólo les vamos a aplicar justicia popular, sáquenlas, no las queremos quemar sólo que hablen. Frente a nosotros, unos 14 policías resguardaban la Municipalidad y la cárcel dónde tenían a las mujeres.
De repente, la estampida humana, gente corriendo hacia todas partes, disparos, gritos y humo.
Corrí hacia el mercado, metiéndome en callejones, empujada por la gente, los ojos lagrimeando, picazón en toda la cara.
De la parte de atrás del mercado, comenzaron a salir cientos de niños llorando, señoras con sus ventas, turistas y locales. Los jóvenes comenzaron a taparse la cara con trapos y playeras y a recoger piedras y envases de vidrio del suelo para tirarle a los policías.
Pasaron un par de horas así, los policías avanzaban y el grupo se dispersaba y se unía. Una patrulla intentó sacar a las presuntas ladronas (una de ellas embarazada) del pueblo y a la altura del mirador de San Jorge, fueron copados por gente de Sololá y de Panajachel.
A las cuatro de la tarde, cientos de personas con las cabezas tapadas bajaron a pie de San Jorge con las mujeres amarradas y algo golpeadas, pasaron a un lado de la Santander desierta y llegaron de nuevo frente a la Municipalidad.
Cuando ya todos pensaban que las mujeres morirían quemadas pues ya tenían gasolina encima, de nuevo una estampida, humo y gases lacrimógenos, la muchedumbre volvió a dispersarse y las mujeres se salvaron de milagro.
El saldo de la jornada
Un hombre murió linchado, quien fue identificado como Walter González, cuatro patrullas fueron quemadas, varios vehículos dañados, una gasolinera, la subestación de la Policía y la municipalidad sufrieron daños, cuatro agentes de la PNC se encuentran heridos, varios civiles y niños se intoxicaron o fueron golpeados con piedras, el mercado y los comercios cerraron temprano y decenas de turistas salieron espantados de Atitlán. Ese fue el saldo de este primer domingo de diciembre.
Las mujeres fueron identificadas como Nora Vicente Castillo, Yanet González García Silvia González García (embarazada de siete meses).
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La misma noticia en Prensa Libre: Disturbios sacuden Panajachel
Dicha nota menciona que en las últimas dos semanas han ocurrido ocho asesinatos como resultado de violencia colectiva:
5 de diciembre: una persona fue linchada en Huehuetenango.
4 de diciembre: cuatro supuestos delincuentes son linchados en Huehuetenango.
27 de noviembre: tres supuestos extorsionistas fueron linchados en la cabecera de Sololá.
Seguimiento a la noticia en Prensa Libre: AQUI
Seguimiento en La Hora: AQUI
2 comments:
Hoy temprano, no me daban ganas de venir a trabajar a Sololà, pensar en que la gente a quien la ONG para la que laboró, es quizà la misma que se escondía cobardemente entre la multitud descargando su ira mal canalizada, me desmotivan totalmente. Es triste ver hasta que punto estamos dejando de ser humanos, qué ejemplo le estamos dando a los niños y ninas??.....este es un gran problema social que retrasa mas el desarrollo de Guatemala, Dios nos librè de que un día, por nuestras fachas nos tilden de "presuuntos sospechosos" y corramos la mimsma suerte de esta gente, culpable o no, que murío a manos de una estampida de cobardes.
Me gustaria que uno de tus familiares fuera secuestrado y que lo asesinaran, y que tuvieras la oportunidad de tener a los responsables en tus manos, saber que los mismos policias forman parte de estas bandas y que si los entregas a los pocos dias estan nuevamente en las calles y ahora con algo vos estas en su lista porque los entregaste a la plicia... eso es lo que sufrimos en enste bendito país... así que no vengas a llamarnos cobardes, por que cada ves que uno de esos muere nuestros hijos tiene una posibilidad de vivir un día mas.... pensalo y no señales, mejor da una opcion que podamos seguir...
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