12 May 2007

Xela, primer lugar en linchamientos

Por Carlos Benigno Loarca
Prensa Libre (12 may 07)

Quetzaltenango. El linchamiento en el país durante los tres años siguientes a la firma de los acuerdos de paz, en 1996, figuró como uno de los delitos más graves, según archivos de la desaparecida Misión de Naciones Unidas para Guatemala, pero hoy es un tema instrascedente para muchos sectores. El reverendo Ricardo García, del Centro Ecuménico de Integración Pastoral, analiza el asunto.

¿Qué piensa de estos hechos ilícitos?

Once años después, éstos se han convertido en un tema irrelevante para muchas organizaciones, universidades y Gobernación, y apenas se toca en reuniones con algunos sectores.

¿Cuáles son los lugares más propensos?

De acuerdo con datos de 2006, Quetzaltenango ocupa el primer lugar con 12 casos, seguido de Chimaltenango, 10; Quiché, 7, y Sololá, 9, en 2006. En lo que va de 2007, la región altense aparece a la cabeza con dos linchamientos.

¿Cuáles son sus fuentes?

Programas impartidos en talleres y en las reuniones celebradas en la Gobernación por el Organismo Judicial, lo cual refleja una triste realidad.

¿Cree que se puede hallar una solución?

Lamentablemente, no es cuestión política, sino de voluntad. Si entidades del Gobierno, como el Organismo Judicial y Gobernación convocaran a una reunión para tratar en un gran taller las consecuencias y los resultados, se podría cambiar el panorama.

¿Cómo define un linchamiento?

Es castigar usualmente, sin proceso y tumultuariamente, a un sospechoso o reo (según el diccionario de la Lengua Española segunda Edición).

La mayoría de veces se origina por delitos menores como asalto, robo o similares. Y este fenómeno social responde a una reacción emocional de un grupo comunitario.

¿A qué se debe tanta violencia?

Es una respuesta que se tiene a la vista. Por la considerable cantidad de migrantes, o sea personas que van de paso por Guatemala; falta de trabajo, miseria, pobreza, pleitos entre pandillas y cuando los afectados logran detener a uno de ellos prefieren aplicar la justicia con su propia mano al no ser atendidos por las autoridades.

11 May 2007

Vapulean a hermanos acusados de robo

Por Mike Castillo
Prensa Libre (11 may 07)

Huehuetenango. Dos hermanos acusados de robo estuvieron a punto de ser linchados por un grupo de vecinos de las aldeas Zunul y San Lorenzo, quienes los sorprendieron recientemente cuando supuestamente trataban de robar en una casa.

Uno de los vecinos, quien no se identificó, explicó que los hermanos López fueron copados cuando trataban de forzar la puerta de una vivienda del sector. Explicó que cuando los habitantes identificaron a los detenidos como los responsables de robos a peatones y a domicilios, los vapulearon durante algunos minutos. Posteriormente los entregaron a la fuerza pública.

02 May 2007

"Ojo por ojo" sigue siendo bastante popular entre la población

Por Lorena Seijo
Prensa Libre (2 may 07)

"Guatemaltecos respaldan castigar con la muerte a los delincuentes, y un alto porcentaje no ve mal que se usen métodos ilegales, señala encuesta de Vox Latina."

La violencia es calificada por los guatemaltecos como el principal problema del país, y en medio de esa percepción la mayoría de las personas consultadas en una encuesta de Vox Latina se manifestaron a favor de aplicar la pena de muerte como método efectivo para que disminuya la delincuencia.

Los linchamientos son avalados por el 30.6 por ciento de los entrevistados. El 66.8 por ciento de la población está en desacuerdo con los linchamientos.

La percepción de los encuestados respecto de los linchamientos puede haber cambiado por la influencia de las campañas hechas por organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales desde la firma de la paz.

Los linchamientos son apoyados por mujeres indígenas, sin escolaridad, con ingresos menores a US$400 y habitantes de la costa sur. Esta clasificación no quiere decir que entre los otros perfiles no exista respaldo a estas prácticas, pero es menor.

La falta de respuesta de las autoridades ante los numerosos casos de violencia ha provocado que la población crea que el "ojo por ojo" es la solución inmediata a sus problemas.