24 October 2010

Limpieza social según Castresana

"... los acuciantes problemas del país, azotado por lo que se conoce como limpieza social: la manera brutal y despiadada de eliminar a prostitutas, toxicómanos, niños de calle, jóvenes miembros de las maras...

'Hubo un repunte entre 2004 y 2005 muy importante. Pero esto se producía y se sigue produciendo. Donde el sistema de justicia no funciona, la tentación es tomarse la justicia por propia mano. Y hay un sector muy importante de la sociedad guatemalteca que todavía hoy bendice esa clase de acciones y dice: como el delincuente va a ser absuelto, mejor matémosle y así nos ahorramos el juicio y nos aseguramos de que no vuelve a hacer daño. Así se elimina a personas consideradas dispensables en ese contexto aberrante'.

Esa especie de escuadrones de la muerte han existido durante todos los Gobiernos desde la firma de los acuerdos de paz... y los sigue habiendo con el actual presidente, Colom, según Castresana."

Entrevista en El País

20 October 2010

Guatemala Extreme Makeover, PNC Edition

Por Carlos A. Mendoza, CABI

Teóricamente, he planteado que muchos de nuestros rezagos sociales e institucionales se deben a que no hemos logrado superar el famoso problema de la acción colectiva. Si lo resolviésemos, todos alcanzaríamos un mayor nivel de bienestar. El problema consiste en que la participación de todos es necesaria –o al menos, el de una masa crítica; pero eso implica incurrir en costos individuales. Así que todos esperamos que alguien más los asuma y nos hacemos los locos para no tomar nuestra parte de responsabilidad como ciudadanos, es decir, como miembros de una comunidad ante la cual tenemos obligaciones y no sólo derechos. Al final, nadie hace algo para que el bien público sea provisto.

Dado que tenemos un Estado muy débil, que no está funcionando como punto de referencia para facilitar esa acción colectiva. Debemos buscar otros puntos focales que generen una identidad común y nos motiven a participar, organizarnos y contribuir. Una idea que se me ocurre es “tomar por asalto” las estaciones de la Policía Nacional Civil –PNC. ¡Pero no se asusten! No me refiero a una toma como la de la Bastilla, para luego derrocar al viejo régimen. Tampoco estoy pensando en destruirlas, como ha ocurrido en varios municipios del país, para castigar a quienes no cumplen con su deber de perseguir a los delincuentes y criminales. Por el contrario. Estoy pensando en un programa de la cadena de televisión ABC de los Estados Unidos: Extreme Makeover Home Edition.

ABC transmite todos los domingos un programa en el cual se destruye una casa vieja y averiada, y se construye una nueva con todas las comodidades deseadas. Los beneficiarios son siempre personas seleccionadas por la calidad del servicio que prestan a su comunidad. Son héroes y heroínas que día a día entregan lo mejor de sí mismos, pero que no tienen las condiciones básicas para vivir con su familia, ni los medios adecuados para servir a los otros de mejor manera. Es un reality show muy emotivo, en el cual se involucran grandes empresas nacionales, constructores locales, la comunidad entera y a algún famoso que acude como voluntario.

Este programa ha venido a mi mente porque en Guatemala necesitamos rescatar lo mejor de nuestras instituciones y de nosotros mismos. Urge identificar a los héroes y heroínas de lo cotidiano, premiarlos y presentarlos como modelos a seguir. Nosotros lo podríamos denominar: “Guatemala Extreme Makeover, PNC Edition.”

PNC ExtremeMakeover

Sería un programa de televisión que, idealmente, debería ser (re)transmitido semanalmente por las estaciones de televisión abierta y demás canales nacionales de cable TV. Su dirección y producción se le podría encargar a los nuevos talentos que han surgido en la industria cinematográfica, o bien a personas con mayor experiencia en el medio, como Ana Carlos. El financiamiento debería provenir del sector privado, local, nacional e internacional, y también debería contar con la decidida participación de los ciudadanos, especialmente los vecinos y las empresas que requieren de los servicios de la PNC en determinada zona o municipio. Por supuesto, debe contar con el visto bueno del Ministerio de Gobernación y la cooperación de la Dirección General de la Policía Nacional Civil.

Siguiendo la rutina del programa, primero hay que identificar a los beneficiarios. Bien podríamos empezar por los municipios más afectados por la violencia: Guatemala, Mixco y Villa Nueva. Hay que elegir unas seis comisarías que se constituirían en el plan piloto para la primera temporada del programa en el aire. Después hay que hacer el diagnóstico de las necesidades materiales de cada sede policial: infraestructura básica, telecomunicaciones, tecnología de vigilancia y respuesta inmediata, y también detalles de comodidad que devuelvan a los policías el estatus y dignidad que les corresponde dentro de la sociedad, como agentes representantes del Estado que deben velar por el orden y la seguridad de sus conciudadanos. Por supuesto, hay que conseguir los recursos para hacerlo realidad: algunas empresas darán dinero en efectivo para cubrir el costo de la producción, mientras que otras contribuirán en especie para equipar a la Policía.

Sin embargo, el aspecto más importante de todo este esfuerzo es el involucramiento de la comunidad. Los vecinos deben participar directamente en las etapas anteriores. Especialmente, deben acercarse y conocer a los agentes de la Policía para premiar a los que han mostrado un alto nivel de compromiso y desempeño en el cumplimiento del deber. Y, por otro lado, depurar a quienes sean identificados como un problema para la comunidad y para la institución misma. Habría que resaltar las historias de heroísmo, de aquellos que han perdido su vida por proteger al ciudadano y de quienes la han arriesgado con mejor suerte. De esta forma, también se establecería un vínculo directo entre la comunidad y sus servidores públicos. Lo cual facilitaría, entre otras cosas, el flujo de información necesaria para la inteligencia de combate al crimen organizado. Además, los policías tendrían un mayor compromiso con su vecindario o municipio. Se sentirían parte de la comunidad y sabrían que le deben rendir cuentas.

Un programa televisivo de esta naturaleza no sólo tendría un gran impacto educativo en la población, sino que también generaría una dinámica de participación a nivel local. El poder de la imagen y la palabra transforma mentalidades y genera fuertes identidades colectivas, cuya energía se puede canalizar positivamente. El objetivo sería generar un sentimiento de cohesión nacional similar a cuando gana la Selección de fútbol, o cuando un joven artista sobresale en un concurso internacional. Incluso, generar un sentimiento de responsabilidad para con el otro, al que consideramos hermano aunque no lo conocemos, como cuando somos golpeados por un desastre natural. De hecho, el programa serviría para hacernos comprender que nos enfrentamos a un desastre institucional, y tomar conciencia de su gravedad, pues aunque todos los días oímos, vemos y leemos sobre la violencia, no la reconocemos como problema hasta que toca las puertas de nuestra casa.

La metáfora de “cambio extremo” que utiliza el programa estadounidense es por la necesidad de destruir para construir algo nuevo y mejor. La misma me resulta un tanto radical, porque a nivel institucional lo que necesitamos es reconstruir y fortalecer. No podemos darnos el lujo de empezar de cero. Pero, ciertamente, nuestra situación requiere de medidas extraordinarias. Y ese radicalismo podríamos encontrarlo, no en más violencia y destrucción, sino en más creatividad, porque debemos ver los problemas desde otra perspectiva para encontrarles solución.

Desconozco si algo así se ha intentado en otros países o ciudades del mundo. Por ello, es indispensable evaluar con cuidado la experiencia con indicadores cuantitativos y cualitativos, antes y después de la intervención. Finalmente, habría que reflexionar sobre los efectos no deseados que tengan alguna probabilidad de surgir como consecuencia de la intervención.

Si ha leído hasta aquí es porque la idea le parece interesante. Si, además, le ve potencial a la misma, por favor compártala con otros y discútala –critíquela y mejórela, pues primero tenemos que generar la masa crítica suficiente para que alguien la haga suya y la implemente. En Guatemala tenemos mucha gente creativa, trabajadora y con sentido de responsabilidad cívica. Sólo necesitamos un empujón para lanzarnos a participar. ¡Usted tiene la palabra!

19 October 2010

Problemas en Huehue

Doy las gracias a Luis Castellán por llamar mi atención sobre este caso, que parece se ha reactivado.

Vecinos retienen a policías y oficiales de juzgado en Huehuetenango
En PrensaLibre.com

17 October 2010

Violencia en Jocotán

por Víctor Manuel Ramos
Prensa Libre, 17 octubre 2010

La realidad social que vive nuestro país, cada día se agudiza más. Signos de ingobernabilidad aparecen por doquier. No sería raro que emergiera un estallido social en cualquier momento y en cualquier punto del país, de imprevisibles consecuencias para todos, como acabamos de presenciar en Jocotán, Chiquimula, un enclave del pueblo ch’orti’, largamente excluido de políticas públicas que garanticen su desarrollo integral. Las campañas electoreras impulsadas por los políticos y sus partidos, al margen de la ley, alimentadas con dineros malhabidos y sin ningún control, ya arrancó, complicando peligrosamente el ambiente social. No es de extrañar que detrás de “los trágicos acontecimientos en la Villa de Jocotán” esté la maniobra de políticos marrulleros y sin ningún escrúpulo hasta responsabilizar a la Iglesia, o la incapacidad de las autoridades para atender las legítimas demandas de esa población.

Así lo ha denunciado la Diócesis de Zacapa, en un comunicado hecho público el pasado viernes: Lamentamos y repudiamos los hechos violentos que han causado la pérdida de vidas humanas y la destrucción de bienes públicos y documentos importantes para la población. Rechazamos todos los señalamientos que se han hecho en contra de la Iglesia queriendo responsabilizar de los hechos al padre Juan María Boxus, párroco de Santiago Jocotán, quien en ningún momento tuvo conocimiento de la manifestación que iban a realizar los pobladores. La Iglesia católica en este país le sigue apostando al desarrollo integral de su gente, al igual que se ha comprometido en los procesos de paz y reconciliación. Es una de las instituciones que más ha estado presente en la vida del pueblo pobre y sencillo, indígena y campesino, como se demuestra en la región ch’orti’, según el pronunciamiento de esa diócesis: Recordamos a la población, que durante más de 50 años los sacerdotes y religiosas de la misión belga han estado presentes en los procesos de desarrollo de los pueblos ch’orti’, realizando múltiples proyectos de desarrollo como carreteras, construcción de escuelas y colegios, alfabetización, promoción de la mujer, agua potable, miniriegos, servicios de salud, etcétera, promoviendo la armonía y la paz en la región; cuando el Estado estaba ausente.

El obispo y presbiterio exhortan a los pobladores y a las autoridades a realizar un diálogo claro, sincero y respetuoso, a fin de resolver la problemática que ha dado origen a los hechos ocurridos recientemente; al mismo tiempo que reiteran su compromiso por los procesos de desarrollo que garantizan la vida, el cuidado de los recursos naturales, la justicia y los derechos de las personas y de los pueblos. Estos conatos de estallido social vienen a complicar aún más la vida de la gente, porque incrementan la violencia, la desconfianza y la inseguridad; y dada la fragilidad institucional y su pésimo funcionamiento, es caldo de cultivo para acrecentar el narcotráfico y abrirles paso a políticos oportunistas.

Hechos como estos se originan por la estrecha relación que se da entre delincuencia común, pobreza, crimen organizado, impunidad, corrupción y falta de una estrategia inteligente y eficaz de parte de las autoridades, desde el nivel local hasta el nacional para responder al clamor de la población.

13 October 2010

Monitoreo del GAM muestra aumento en linchamientos

por Grupo de Apoyo Mutuo - GAM

Informe sobre Derechos Humanos correspondiente al mes de Septiembre 2010‏

El reflejo de la desesperación de la población se contabiliza con la cantidad de personas que son linchadas mes a mes, y no únicamente linchadas heridas, sino que también se llega al punto de darles muerte. Septiembre se reporta como el mes más violento en lo que respecta a linchamientos, lo cual el GAM no duda que vaya en ascenso por el poco interés que las autoridades le dan a estos temas.

Claramente las estadísticas muestran el ascenso de estos actos arbitrarios, los cuales las autoridades gubernamentales no han podido controlar, contrario a esto, se ganan día a día la desconfianza de la población guatemalteca. Al realizar un comparativo con años anteriores, en el 2010 los linchamientos han ascendido en un 20% en comparación con el año pasado.

GRAFICA 6: Comparativo de linchamientos durante el semestre de los años 2008, 2009 y 2010

Fuente: GAM por monitoreo realizado en los distintos medios de comunicación escrita.

El total de personas linchadas durante el 2010 asciende a 172, distribuida en 142 linchados heridos y 30 muertos, siendo septiembre el más violento del año[3]. El 2009 reporto durante el mismo periodo 137, 109 linchados heridos y 28 linchados muertos.

CUADRO 10: Linchados al mes de septiembre 2010

Fuente: GAM por monitoreo realizado en los distintos medios de comunicación escrita

[3] El total sólo durante el mes de septiembre es de 36 víctimas, el siguiente mes más violento en este sentido es julio con 35 víctimas.

Pobladores queman comuna de Jocotán

por Edwin Paxtor
Prensa Libre (13 oct 10)

Unos 1,500 pobladores quemaron ayer el edificio de la municipalidad y el del Juzgado, en Jocotán, Chiquimula, e intentaron linchar al alcalde, Ramón Díaz, en protesta contra la explotación minera y proyectos hidroeléctricos.

Testigos informaron que personas procedentes de las aldeas Guaraquiche, Guareruche, Matasano y Las Flores, de ese municipio, efectuaron una marcha en la cabecera, pero ante la negativa de las autoridades ediles de recibirlas, se enardecieron y comenzaron a destruir el parque y le prendieron fuego al edificio de la comuna.

Varios trabajadores de oficinas cercanas a la municipalidad, como los de la Mancomunidad Copán Ch’orti quedaron encerrados, por temor a ser atacados por los manifestantes, quienes blandían machetes, palos y armas de fuego.

Según la información, el grupo aseguraba defender su territorio de la explotación minera y la instalación de hidroeléctricas. A eso de las 18.30 horas, la turba comenzó a quemar la comuna y mantenía como rehenes a varios empleados. Se indicó que antes había quemado una biblioteca infantil recién inaugurada, y un hotel cercano a la Municipalidad.

Interviene la Policía

Contingentes de la Policía Nacional Civil acudieron al referido municipio chiquimulteco, a fin de controlar a los manifestantes, pero estos la emprendieron contra los agentes y tuvieron que ser repelidos con gases lacrimógenos. Preliminarmente se informó que los campesinos Celestino Pérez, de 30 años, y Antonio Pérez, 47, resultaron heridos de bala en los enfrentamientos.

11 October 2010

Vecinos destrozan estación policial de Chichicastenango

POR JIMMY REN (Prensa Libre 11 oct 10)
El Quiché, Guatemala


Un policía y un supuesto delincuente vapuleados, y destrozos en la subestación policial de Chichicastenango, Quiché, es el resultado, ayer domingo, de una jornada de tensión protagonizada por vecinos para ajusticiar a unos asaltantes.

Cuatro sujetos abordaron un mototaxi para que los llevara del centro del municipio a una comunidad llamada Pachoj, a unos dos kilómetros del centro de la ciudad. Una vez llegaron intentaron asaltar al mototaxista, pero éste pudo alertar a la población. La turba sólo pudo atrapar a un individuo, mientras que los otros tres escaparon.

Los enardecidos vecinos vapulearon al sujeto pero la Policía Nacional Civil (PNC) intervino en ese momento, lo rescató y procuró ponerlo a salvo en el edificio de la municipalidad. La turba ingresó a la fuerza y aunque no pudo alcanzar al ladrón sí lo hizo contra un agente policial, a quien despojaron de sus pertenencias, incluída la pistola, y lo vapulearon.

A continuación, los inconformes llevaron al policía vapuleado hasta la subestación para entregarlo a cambio de que les entregaran al presunto asaltante; en la negociación el agente logró escapar, lo que caldeó más la furia de los vecinos. De esa manera destruyeron las ventanas, el equipo de cómputo, las patrullas y los archivos. A eso de las 22 horas llegó un contigente de policías de la cabecera departamental, pero la turba ya se había dispersado.

Tanto el policía como el supuesto asaltante fueron trasladados al hospital departamental para su curación.

07 October 2010

Difusión por imitación: ¿Cuál es el papel de los MCS? (Parte I)

Por Carlos A. Mendoza

En su época, la MINUGUA hizo un llamado a los Medios de Comunicación Social (MCS) para que los linchamientos no fueran interpretados como actos de “justicia popular”. Adicionalmente, planteó:

“Los medios de comunicación social tienen un papel protagónico en la respuesta de la sociedad guatemalteca frente a los linchamientos. Su papel es aún más importante ante la ausencia de políticas públicas sobre el tema y las carencias del Estado en materia de información pública y comunicación. […] El fenómeno de los linchamientos ha merecido últimamente una mayor atención de los medios de comunicación. Entre los medios existen posiciones que demuestran preocupación por estos hechos violentos, sus causas y sus consecuencias. Sin embargo, el que todavía existan opiniones que toleran, avalan implícitamente e incluso justifican los linchamientos, no contribuye a fortalecer en la ciudadanía los valores de respeto por la vida, la ley y las instituciones. […] Lamentablemente, en muchos casos, son abordados más desde una perspectiva de noticia informativa que deshumanizan a las víctimas y no efectúan análisis sobre las causas y posibles soluciones.” MINUGUA (2000). Linchamientos: Un Flagelo Contra la Dignidad Humana, párrafos 33-35.

Dos años más tarde, la MINUGUA recordó a los MCS sobre asuntos de ética periodística aún más básicos:

“Se requiere que los medios de comunicación realicen una transición, evolucionando hacia un tratamiento objetivo de la información, y que se refuercen las medidas para una transmisión fiel de la noticia, lo cual requiere necesariamente la ratificación de las fuentes de información. La verificación de todos los linchamientos e intentos de linchamientos informados por los medios escritos durante el año 2001 reveló que un porcentaje cercano al 50% no se habían producido en los términos publicados. Las características de estos casos serían: la falta de concordancia entre el texto publicado y el parte policial, aún cuando éste se cita como fuente; la tendencia a incrementar el número de personas presentes y sobre todo la gravedad de los hechos, incurriendo en falsedad; y titulares que van más allá de los sucesos relatados con un enfoque sensacionalista que no se ajusta a la realidad.” MINUGUA (2002). Linchamientos: Un Flagelo que Persiste, párrafo 48.

Personalmente, sí me preocupa la falta de consistencia en la presentación de las noticias porque, desde que se fue MINUGUA, la mayoría de organizaciones no gubernamentales basan su monitoreo del fenómeno en lo que publican los MCS y no en las fuentes oficiales, que también tienen serios problemas de inconsistencia entre ellas (por ejemplo, INE vrs. PNC, como he mostrado en el tema de los homicidios). Sin buenos datos es difícil entender el problema. Me preocupa menos la crítica de MINUGUA hacia los MCS que no adoptaron “su explicación” o no han sido “políticamente correctos”. Me parece que los MCS responden a lo que sus lectores, televidentes o radioescuchas piden. Hay un círculo vicioso que es difícil de cortar, entre oferta y demanda.

Lo que me preocupa más de los MCS es el papel que juegan por el simple hecho de hacer pública una idea, en este caso, un amplio repertorio de métodos para castigar a los supuestos delincuentes. Mi punto es que hay cierta difusión por imitación. Lo cual, como me pide el colega Daniel Núñez, debe ser explicado con detalle. Eso intentaré hacerlo en los próximo POSTs.

Por el momento, los invito a leer el documento que escribí en inglés, explorando la difusión geográfica de la violencia colectiva. Seguí un modelo aplicado en los EE.UU. para entender la difusión de las revueltas raciales (riots). En el mismo se toman en consideración tres aspectos importantes: la distancia espacial entre un lugar (antecesor) y otro (imitador), el tiempo transcurrido entre un evento y otro, y la severidad de eventos pasados. Bajarlo aquí: Structural causes and diffusion processes of collective violence: Understanding lynch mobs in post-conflict Guatemala (presentado en LASA 2006).

En mi ensayo publicado en 2007, lo resumí así:

“Finalmente, es fundamental explorar cómo, y qué tanto, la severidad de los linchamientos (por ejemplo, el número de víctimas fatales en un mismo episodio de violencia colectiva), la distancia en el tiempo, su efectividad en el control de la delincuencia, y la distancia geográfica entre el lugar donde ocurren y otros lugares con potencial a imitar dicha conducta, podrían afectar el riesgo de que el fenómeno se repita en estos últimos lugares en el futuro. Podría utilizarse algunos modelos de difusión aplicados en los Estados Unidos para entender el contagio de las revueltas callejeras ocurridas en los años sesentas.[56] Ello brindará evidencia empírica sobre la relación que hay entre linchamientos ocurridos en diversos lugares y momentos. La hipótesis a evaluar es que los linchamientos no son eventos independientes, y que las aldeas o poblados donde han ocurrido no sólo tienen una diferente propensión intrínseca hacia la violencia colectiva sino que también tienen diversos niveles de respuesta y resistencia a la difusión de eventos previos.[57] Sobre estas causas de la difusión de los linchamientos, se ha acusado repetidamente a los medios de comunicación, pero valdría la pena explorar la hipótesis de la efectividad de los linchamientos como medida extraordinaria para detener el crimen y la delincuencia en las comunidades. Entre la población de los lugares donde ha habido linchamientos, parece existir cierta percepción sobre los resultados positivos del castigo violento y público para disuadir a potenciales criminales.[58] Esta percepción podría estimular a otras comunidades a seguir el ejemplo. Habría que evaluar si dicha percepción corresponde con la realidad.” Ausencia del Estado y Violencia Colectiva en Tierras Mayas, Una aproximación cuantitativa al fenómeno de los linchamientos en Guatemala (1996-2002), p. 22. Énfasis añadido ahora.

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[56] Myers (2000).

[57] De acuerdo con un análisis preliminar (event history analysis) realizado con datos del año 1996, la difusión también es importante para explicar el patrón de los linchamientos en Guatemala: los efectos de contagio respecto a previos episodios de violencia colectiva son mitigados por la distancia geográfica (heterogeneidad espacial) y dependen de la severidad del episodio mismo. La hipótesis sobre el efecto del tiempo transcurrido entre un evento y otro (heterogeneidad temporal) no pudo ser confirmada. Es decir que la cercanía (o lejanía) en el tiempo no explica la ocurrencia (o no) de nuevos linchamientos, según los datos analizados. Estos resultados fueron brevemente presentados en Mendoza (2006).

[58] Gutiérrez y Kobrak (2001).

06 October 2010

Jugando con Fuego: Linchamientos en la TV abierta

Por Carlos A. Mendoza

Un colega me avisó de la transmisión, por televisión abierta, de un reciente episodio de linchamiento ocurrido en Patulul, Suchitepéquez. Me advirtió que era muy crudo. Lo he visto por YouTube. Las víctimas son cuatro hombres jóvenes, acusados de asaltar a miembros de la comunidad. En el video se observa cómo los lugareños les golpean y prenden en llamas…

El video tomado de la TV guatemalteca, subido al Internet por un televidente, ya casi llega a las 500 visitas. En la sección de comentarios se encuentra la misma tónica que en las redes sociales cuando los medios electrónicos reportan algún caso. La mayoría de los internautas aprueban el acto de violencia colectiva y lo justifican.

Personalmente, intento entender el fenómeno para poder detenerlo. Para ello, trato de no implicarme emocionalmente en el problema y evito entrar en el campo de la ética que sólo me llevaría a condenar los hechos y a buscar culpables. Lo que busco son causas.

Sin embargo, los medios de comunicación deben tener claro que posiblemente hay en los linchamientos un efecto de difusión por imitación, por lo que la transmisión de esos episodios puede facilitar el que “la idea de linchar” se adopte en otras comunidades. Esto es muy peligroso y, por eso –sin caer en la autocensura innecesaria, los medios de comunicación deben pensar bien cómo presentarán la noticia.


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El caso de Patulul se reportó brevemente en elPeriódico del 2 oct 2010.

"Otro hecho similar se suscitó en Patulul, Suchitepéquez, cuando una persona de sexo masculino, sindicado por los pobladores de pertenecer a una banda delincuencial que se dedicaba a extorsionar, fue quemada. Un oficial de la Comisaría 34 indicó que los agentes policiales no pudieron llegar al lugar porque los vecinos bloquearon las entradas, impidiéndoles la entrada."

04 October 2010

02 October 2010

Turba quema vivos a secuestradores

POR CÉSAR PÉREZ Y FERNANDO MAGZUL
Prensa Libre (02 oct 10)

Los disturbios comenzaron el jueves por la noche, cuando los plagiarios escapaban del pueblo, pero un derrumbe en la aldea Las Mejoranas —ruta de San José Poaquil a Santa Apolonia— impidió que estos lo lograran. Un grupo de pobladores intentó ayudar a los ocupantes del automóvil, pero descubrieron que llevaban secuestrada a la menor, por lo que retuvieron a dos, mientras el otro logró escapar. Luego los ajusticiaron en el parque central de San José Poaquil.

No fue sino hasta ayer cuando otro grupo encontró al tercer individuo en Santa Apolonia, por lo que fue capturado y obligado a confesar su participación en el hecho. Después lo quemaron vivo.

Juan Alfredo Ramos, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos, comentó que a pesar de la intervención de las autoridades, los pobladores hicieron justicia por su mano. Agregó que es probable que se haya tratado de pandilleros de la zona 18 o de Villa Canales, y que tenían entre 18 y 20 años.

El gobernador departamental, Éric De León, dijo que la persona que fue linchada ayer portaba armas de fuego. Agregó que los restos de los hombres quemados el jueves no fueron localizados, y que posiblemente los comunitarios los lanzaron a un río cercano a Santa Apolonia. Líderes del lugar advirtieron que no permitirán que se continúen registrando hechos de violencia en su comunidad.

01 October 2010

Chimaltenango: linchan a presuntos plagiarios

Confirman linchamientos de cinco personas en Chimaltenango
Emisoras Unidas, Viernes, 1 Octubre, 2010 - 11:32

Cinco personas fueron linchadas en San José Poaquil y en Santa Apolonia en juridicción de Chimaltenango.

Aparentemente un grupo de desconocidos plagió a una menor, pero al verse descubiertos abandonaron a la víctima y se dieron a la fuga. Los pobladores los capturaron. A dos de ellos les prendieron fuego y a otros tres los ahorcaron.

Las autoridades de la Municipalidad de Santa Apolonia dicen que los agentes de la Policía Nacional Civil no pudieron actuar porque “era muy complicado ya que se trataba de una turba de alrededor de 2 mil personas”. Cuando los bomberos ingresaron localizaron los cuerpos ya calcinados. Se presume que son originarios de Villa Nueva, pero aún no los identifican.

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Pobladores linchan a tres supuestos secuestradores
En Prensa Libre con información de ACAN-EFE

Tres hombres de unos 18 años cada uno fueron linchados entre la noche del jueves y la madrugada del viernes por una turba de los municipios de San José Poaquil y Santa Apolonia, Chimaltenango, supuestos responsables del secuestro de una niña.

La Policía Nacional Civil (PNC) confirmó esta tarde los tres decesos luego que tomara el control de los municipios. La acción policial se había demorado debido a el camino para ambos municipios estaba obstruído por derrumbes y la población no permitía que los escombros fueran removidos por maquinaria, así que la fuerza pública entró a pie.

Dos cadáveres yacían en la aldea Las Mejoranas, en Santa Apolonía, mientras que el tercero estaba tendido en el parque de San José Poaquil, a unos ocho kilómetros de distancia. A los tres se les sindica el secuestro, anoche, de una niña de 13 años que horas después fue liberada. Dos maleantes fueron capturados y linchados anoche, y el tercero cayó durante la madrugada, cuando varias turbas lo rastreaban.