27 November 2011

Sobre Juntas Locales de Seguridad - Mixco

En la ciudad sin barrotes
por Marta Sandoval
elPeriódico (20 nov. 2011)
En Ciudad Satélite hay una ley diferente: si alguno de los vecinos roba será expulsado para siempre de la colonia. Si su familia le recibe de vuelta, tendrá que exiliarse también. Si es una mujer la delincuente le cortarán el cabello y las cejas, para que la vergüenza se vea su cuerpo.
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Castigos mayas

APROXIMACIÓN A LA NORMATIVA PENAL DE LAS CULTURAS MAYA Y AZTECA
por Jaime Robleto Gutiérrez

Lo expresado en este aparte proviene mayoritariamente de la obra de Luis Antonio Díaz Vasconcelos [2] y como señala Juan de Dios González [3] , quien se basa en dicho autor, las inferencias normativas mayas narradas tienen un grado de probabilidad, no pudiendo afirmarse rotundamente. [4] No existía una concreción escrita del derecho penal maya, es atrevido de mi parte hacer la afirmación que tal derecho existió stricto sensu, puesto que los mayas catalogaban como asuntos dañinos graves lo que equivaldríamos hoy a delitos, tal ausencia de sistematización se mantiene en la actualidad entre sus comunidades. Los mayas velaban por bienes que podrían calificarse de garantizados, como la integridad nacional, la integridad personal, el honor en relación al matrimonio y la propiedad. [5]

En consecuencia, eran consideradas formas delictivas: la traición, el homicidio, el incendio, el adulterio, el rapto, el plagio, la acusación falsa, las lesiones, el robo, el impago de deudas [6] y los daños. Las sanciones tenían dos fines, unas eran de carácter compensatorio y otras de ejemplificación para prevenir la comisión de futuros delitos. [7]

Las penas eran la muerte, la esclavitud, la indemnización y la afrenta. Las resoluciones se dictaban de forma expedita luego de la audiencia por parte de los batabs o caciques, quienes tenían a su cargo la función de juzgar, estos eran nombrados por el halah uinic (jefe supremo, posición hereditaria por línea paterna) [8] aplicaban como penas principales la muerte (adúlteros, homicidas, incendiarios, raptores y corruptores de doncellas). La pena de muerte podía hacerse efectiva por introducción a un horno ardiente [9] , el estacamiento, la extracción de viseras por el ombligo, los flechazos, o el ser devorado por fieras, la ejecución era realizada inmediatamente por los tupiles (policías-verdugos) salvo que se tratara de lapidación por parte de toda la comunidad [10] y en cuanto a la esclavitud (principalmente en casos de robo cuando el objeto sustraído no se recuperaba), era posible además, que al ladrón le labraran (literalmente) el símbolo del objeto robado en el rostro.

El uso de testigos en el proceso era frecuente y las sentencias penales eran inapelables. El compañero de la adúltera podía morir o ser perdonado a elección del ofendido, en cambio la mujer adúltera tenía suficiente pena con la vergüenza, [11] el robo de bienes insustituibles -como se dijo- era sancionado con la esclavitud. La prisión no se consideraba un castigo, su propósito era detener al delincuente para aplicarle la pena impuesta, [12] a los menores infractores se les aplicaban castigos que no fueran graves. [13] El derecho penal maya era extremadamente severo, aunque con relación a la posterior normativa azteca pueda parecer moderado y más humanista en términos relativos. Como dos grandes hitos jurídicos, pueden catalogarse la posibilidad de indemnización en ciertos delitos [14] , así como la distinción entre dolo e imprudencia en los delitos de homicidio e incendio. [15]

Debe aclararse, que la mayor parte de la bibliografía consultada se ocupa del desarrollo normativo en las comunidades de etnia maya en el siglo XX y su interacción con las instituciones jurídicas gubernamentales, por ello la dificultad e interés en rescatar la etiología jurídica de este pueblo.

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19 November 2011

Entrevista para elPeriodico

"La pregunta es si el Estado puede recuperar el monopolio de la fuerza” Analista Político de CABI, Carlos Mendoza, estudia la violencia homicida y los linchamientos desde hace más de 10 años. Por la vía electrónica contestó las siguientes preguntas desde Cleveland, Ohio, donde reside, para conversar sobre un aumento de linchamientos en el país y el vigilantismo, a propósito de lo que ocurre en Panajachel y otros lugares. Leer más AQUÍ.

18 November 2011

Motines de Indios

Motines de indios. La violencia colonial en Centroamérica y Chiapas. Martínez Peláez, Severo. Guatemala: F&G Editores, noviembre de 2011, 2da. edición. xii+502 págs. 12.7 x 20.3 cms. ISBN: 978-9929-552-48-7. Rústica. Leer más AQUÍ.

Tesis de grado sobre linchamientos (UVG)

Hoy encontré en el Internet este aporte: Linchamiento Caso Matanzas, Purulhá, Baja Verapaz, Octubre 2001. Universidad Mariano Gálvez de Guatemala Técnico en Ciencias Criminológicas Ervin Geovany Mayén Veliz (2003)

17 November 2011

Seguimiento al caso Panajachel

La impunidad (que sigue) en Panajachel Diez días después de la publicación sobre La impunidad de los encapuchados en Panajachel, y de la decisión de un fiscal de ordenar la detención de los líderes de la Junta Local de Seguridad, la situación en el lugar parece la segunda parte de una pesadilla. Al mediodía del 4 de noviembre, una alemana fue detenida por la PNC a solicitud de la Junta por negarse a firmar una carta en contra de la periodista Lucía Escobar. Leer más en PlazaPública

Casos más recientes

Turba mantiene de rehenes a cuatro policías en San Marcos Pobladores de la aldea Chuapéquez, Ixchiguán, San Marcos, molestos por los decomisos de mercaderías de manufactura mexicana, retuvieron un autopatrulla y tomaron de rehénes a cuatro policías. Leer más en Prensa Libre.com Pobladores azotan a dos hombres sindicados de robar motocicleta Dos sujetos sindicados de haber robado una motocicleta en el cantón Chicabracán, Segundo centro, en Santa Cruz del Quiché fueron detenidos y azotados por varios comunitarios. Leer más en Prensa Libre.com

11 November 2011

Informe PDH

Según PDH, los linchamientos se han quintuplicado en Guatemala en los últimos siete años... Leer más en Emisoras Unidas

04 November 2011

PNC: Muertes x Linchamientos al 31 de Octubre 2011

por Carlos A. Mendoza

Este es el informe mas reciente de la Policia Nacional Civil sobre las muertes por linchamiento en la Republica de Guatemala, al 31 de Oct. 2011.

Descargar en PDF AQUI (desagregado por mes y por municipios, ene2001-oct2011).

Han ocurrido 43 muertes en todo el pais a manos de las turbas. Estos son los municipios donde han ocurrido, y el numero total de fallecidos (victimas fatales). Huehuetenango es el departamento donde ha habido mas muertes (21). En ninguno de los 10 años precedentes habia ocurrido esto, el peor año fue 2009 con 14. Parece que hubo un fuerte efecto de difusion por imitacion. Habra que verificarlo.

San Juan Sacatepéquez GUATEMALA 5
Barillas HUEHUETENANGO 4
San Pedro Carchá ALTA VERAPAZ 4
Nentón HUEHUETENANGO 3
Ixtahuacán HUEHUETENANGO 3
La Democracia HUEHUETENANGO 3
Guatemala GUATEMALA 2
Villa Nueva GUATEMALA 2
San Pedro Sacatepéquez SAN MARCOS 2
La Libertad HUEHUETENANGO 2
San Mateo Ixtatán HUEHUETENANGO 2
Ixcán QUICHE 2
Palín ESCUINTLA 1
San Marcos SAN MARCOS 1
Cuilco HUEHUETENANGO 1
Jacaltenango HUEHUETENANGO 1
Santa Barbará HUEHUETENANGO 1
San Gaspar Ixchil HUEHUETENANGO 1
Chichicastenango QUICHE 1
Cobán ALTA VERAPAZ 1
Lanquín ALTA VERAPAZ 1

03 November 2011

Más sobre comités de seguridad local

Comités de criminales por Miguel Ángel Albizures, elPeriódico (3 nov 11)

Investigan acciones de comités de seguridad por Jerson Ramos, elPeriódico (3 nov 11)

01 November 2011

Los encapuchados deben desaparecer

por Prensa Libre
Editorial (1 nov 11)

Las denuncias se iniciaron hace más de un año, cuando fue creada una “comisión de seguridad” por la comuna de Panajachel, cuya legalidad desde el principio era discutible, pero que ahora se ha convertido en un grupo criminal al estilo del Ku Klux Klan, que por algunas décadas asoló el sur de Estados Unidos y se especializó en ataques, linchamientos y crímenes de toda clase en contra de la población negra.

La captura de dos de los señalados por los vecinos de ser culpables de los crímenes, efectuada ayer, abre la esperanza de que terminen estas detenciones ilegales, lesiones graves y leves, y sea esclarecido el caso de la desaparición y asesinato posterior de un vecino, así como las amenazas proferidas contra la columnista Lucía Escobar, cuyos trabajos se publican en el diario elPeriódico.

El caso es grave porque a la participación de una gavilla de asesinos se unen otros factores que lo complican aún más. Entre estos se puede señalar que en esos grupos actúan fanáticos fundamentalistas evangélicos para quienes beber licor es un pecado que debe castigarse con un alevoso asesinato.

Otro factor se refiere no solo a que la columnista Escobar ha sido amenazada, sino víctima de una transmisión en su contra en el noticiero de cable de Panajachel, propiedad del alcalde, que a su vez es uno de los acusados de sembrar el terror entre la población. Esto lo convierte en un caso único, en el que la libre emisión del pensamiento es conculcada por un funcionario que a la vez tiene relación de propiedad con un medio informativo.

El tercer factor es el efecto en el turismo. Panajachel ya está suficientemente afectado por la falta casi total de visitantes extranjeros, a causa de la imposibilidad de llegar, debido a la carretera destruida por las lluvias. El hecho de ocurrir en un sitio turístico de tanta importancia hace que la acción de los asesinos se conozca en el mundo y, por ello, se alargue el proceso de recuperación de las visitas al Lago de Atitlán.

Como consecuencia de la lentitud de respuesta de las autoridades, en algunos municipios del altiplano han empezado a surgir otros grupos similares, con el argumento de que la seguridad local es escuálida y es necesario que retornen las “buenas costumbres”, sin que —claro está— nadie se tome la molestia de definir qué significa eso. De nuevo, el Sistema Judicial de Guatemala se colocará en el banquillo de los acusados si no son castigados los criminales, quienes, al usar pasamontañas, comprueban que todo aquel que se tapa la cara para actuar o denunciar en realidad se coloca inconsciente o conscientemente entre los malhechores.