16 January 2009

Guatemala 2008: Linchamientos siguen sin freno

Por Leonardo Cereser
Prensa Libre (16 ene 09)

La inseguridad ha originado que turbas ataquen a supuestos delincuentes, en hechos que han terminado en linchamientos.

La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) reportó que el 2008 cerró con 17 personas linchadas y 60 intentos.

Según el reporte de la PDH, 60 intentos de linchamiento dejaron 113 personas vapuleadas el año recién pasado.

En la mayoría de casos, las turbas respondieron a acusaciones de robo, violación, secuestro, extorsión u homicidio.

El documento de la PDH refiere que los departamentos donde más intentos de linchamiento se registran son: Guatemala, con 10 casos; Quiché y Chimaltenango, con nueve.

Entre los motivos por los cuales pobladores arremetieron contra los acusados destacan la acusación de robo, con el 68 por ciento de los casos, y homicidio, con 8.33 por ciento. Con igual porcentaje se reporta el delito de extorsión, y el secuestro está en cuarto lugar, con 6.67 por ciento.

Pocas mujeres

De 113 personas vapuleadas en el 2008, cinco eran mujeres, y los 17 linchados eran hombres.

El 53 por ciento de las víctimas fueron golpeadas en áreas urbanas, y 42 en zonas rurales, mientras que la PDH ignora el lugar donde fue atacado el resto.

Uno de los casos de mayor gravedad se registró el 11 de diciembre último, cuando cinco hombres acusados de ser secuestradores fueron linchados por pobladores de San Pedro Soloma, Huehuetenango.

Violencia: impacto en la legitimidad

Perdonen ustedes la necedad, pero vale la pena recordar que si la ciudadanía no confía en las instituciones democráticas, esto propicia el surgimiento de soluciones de fuerza –linchamientos, limpieza social- y le abre la puerta a caudillos autoritarios que prometen “mano dura”. Gustavo Berganza.

Leer su artículo completo titulado "La violencia y la democracia" en elPeriódico de hoy (16 ene 09).

12 January 2009

Quiché: Vapulean a supuestos plagiarios

Por J. Ren, A. Julajuj y O. Figueroa
Prensa Libre (12 ene 09)


Cientos de vecinos de la comunidad Camanchaj, Chichicastenango, Quiché, vapulearon ayer a tres sujetos quienes, tras la golpiza, admitieron que forman parte de una banda de secuestradores.

En el transcurso de la semana recién pasada, la señora Ana Ajanel Xirum, de 28 años, fue secuestrada junto con su hija, Luz Mila Morales Ajanel, 2.

Los delincuentes las liberaron, luego de que la familia pagara el rescate.

Al momento de entregar el dinero, una persona reconoció a los victimarios y avisó a los vecinos, quienes de inmediato se reunieron para capturar a los plagiarios.

Pobladores de los cantones de Camanchaj, Chicuá Primero, Semejá Primero y Segundo se juntaron y llegaron a las viviendas de los delincuentes, quienes ya no estaban en el lugar, por lo que la turba prendió fuego a las casas y vehículos. Además capturaron a algunos familiares de los individuos.

Los plagiarios se comunicaron con sus parientes para saber si la turba se había alejado —ignoraban que estaban en manos de los pobladores —, y les solicitaron que los recogieran en Camanchaj.

La turba se dirigió a esa comunidad, en donde capturaron a los tres. Éstos son José Conoz Riquiac, 28, de Camanchaj; José Tecum Ramos, 33, de Chicuá Primero, y Diego Morales.

Estos individuos fueron conducidos al salón de usos múltiples de Camanchaj donde, tras haber admitido que pertenecían a una banda de secuestradores, la turba los vapuleó, roció gasolina y les prendió fuego.

Aún con vida, los Bomberos Municipales los llevaron a la emergencia del Hospital de Sololá, y más tarde fueron trasladados al Hospital Roosevelt, en la capital.


Vapulean a tres supuestos secuestradores en Chichicastenango
Por Juan Manuel Castillo, elPeriódico

Tres personas fueron golpeadas y quemadas ayer por pobladores de la aldea Camanchaj del municipio de Chichicastenango, Quiché, informó José Rodríguez, portavoz de los Bomberos Municipales. Se trata de José Conor Riquiac, José Tecú Ramos y Diego Morales, a quienes los habitantes del lugar señalaban de haber secuestrado a una mujer y a su hija.

Los socorristas trasladaron a los heridos al Hospital Nacional de Sololá con fracturas y quemaduras en segundo y tercer grado.

Según el subinspector de la Policía Nacional Civil (PNC), Jorge Aguilar, los pobladores retuvieron desde ayer a los supuestos secuestradores. Al lugar se hicieron presentes habitantes de aldeas y cantones vecinas para respaldar al grupo que quería quemar a los detenidos.

El agente policiaco indicó que se montó una mesa de dialogo con los líderes de esas aldeas para que entregaran a las tres personas, pero estos se negaron y tomaron la justicia por manos propias. El funcionario dijo que habitantes del lugar no permitieron el ingreso al personal de la PNC.

09 January 2009

Mayas buscan correctivo, no castigo

por Claudia Acuña
Prensa Libre (9 ene 09)

Un grupo de 200 líderes, representantes de 12 regiones lingüísticas del país, intercambiaron ayer experiencias en la resolución de conflictos, con abogados del Instituto de la Defensa Pública Penal (IDPP).

Las autoridades indígenas que participaron en la discusión han trabajado con el IDPP para conocer el sistema de justicia oficial y transmitir a los defensores públicos la visión de los pueblos mayas en la resolución de problemas en sus comunidades.

Diego Raymundo, de 94 años, “Principal de Principales, sabio de sabios” en Salquil Grande, Nebaj, Quiché, comentó que el problema en la actualidad es la pérdida de respeto a los “Principales”, lo cual se proponen rescatar.

El líder explicó que si un joven comete una falta, debe reparar el daño, y no repetir esa conducta.

José Raymundo, uno de los consejeros en Salquil, refirió que en el sector 4 de su comunidad se sigue un reglamento interno para imponer sanciones cuando la orientación no funciona.

Por ejemplo, quien comete una falta deberá limpiar la calle o aportar horas de trabajo en la construcción de inmuebles o de carreteras, entre otros castigos.

Recientemente discutieron si es necesario “chicotear” a quienes no quieren entender que hacer daño a otros no es correcto.

Las autoridades mayas coinciden en que la pérdida de valores en el ámbito familiar es la causa de que las nuevas generaciones estén fuera del camino recto.

Juan Zapeta, alcalde indígena de Santa Cruz del Quiché, comentó que ya no se práctica el pixab (orientación), que en antaño se efectuaba alrededor de la hoguera, después de la cena.

“Era durante esa hora cuando los abuelos orientaban a los jóvenes. Ahora la televisión tomó ese espacio, el cual debemos recuperar, para restablecer los valores mayas en los hogares”, afirmó.

Para castigar a una persona, el proceso es largo. Ana Laynez, de la Defensoría Indígena, insistió en que el castigo físico es la última opción, después de varias llamadas de atención. Si la persona no sigue los consejos y acepta que su actitud es errada, se reúne al consejo para decidir la sanción.

El clima, la fecha de nacimiento, el nahual (animal protector) y el día en que se cometió el daño determinan cuántos xicayes (azotes con vara) merece una persona para ser corregida.

Los pueblos indígenas no confían en los jueces del Organismo Judicial, porque consideran que éstos no toman en cuenta sus tradiciones.

Algunos mayas consultados se han referido a casos en que los jueces han recibido dinero o alguna otra granjería para beneficiar al acusado con la resolución.

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07 January 2009

Azotan a miembros de banda criminal

Por Jimmy Ren y Ángel Julajuj
Prensa Libre (7 ene 09)

Cuatro integrantes de una banda de presuntos asaltantes que operaba en el occidente del país fueron capturados y castigados por autoridades indígenas de 13 comunidades de Sololá y Quiché.

Los cuatro castigados son acusados de asaltar vehículos que transitan por la ruta Interamericana y la carretera a la aldea Godínez, San Andrés Semetabaj, Sololá.

Cientos de lugareños detuvieron a cuatro de los seis miembros de la banda de atracadores, en la madrugada del pasado martes, y los condujeron a Panimaché Segundo, Chichicastenango, Quiché.

Allí, la turba amarró a los criminales a las columnas de la cancha de baloncesto de la escuela local. Cada ladrón fue azotado 25 veces por parte de ancianos indígenas de 13 comunidades.

El castigo fue presenciado por más de dos mil personas, entre hombres, mujeres y niños. Además, las armas decomisadas fueron destruidas con una hacha y puestas a la vista.

Los bandidos fueron identificados como Antonio Solís Tecum, de 44 años; Diego Tecum Tol, 33; Nicolás Laínez Calel, 37, y Juan Toc Zapeta, 20.

“Estamos cansados de tanta inseguridad”, expresó José Macario Morales, alcalde indígena de justicia de Chichicastenango. “Tenemos derecho de aplicar justicia contra la gente que se porta mal, mas no estamos de acuerdo con los linchamientos”, afirmó. Antes de ser entregados a la Policía, los cuatro sindicados confesaron sus fechorías.



"Autoridades mayas dieron 25 azotes a cada uno de los cuatro presuntos asaltantes que aparecen en las fotos adjuntas."

05 January 2009

Nuestra realidad vista desde afuera

Antes de fin de año, la respetable National Public Radio (NPR) de los EEUU sacó al aire dos reportajes sobre limpieza social y linchamientos en Guatemala. Los invito a escucharlos:

Private Assassins Target Gangs In Guatemala
by John Burnett

Fed Up, Ordinary Guatemalans Turn To Vigilantism
by John Burnett

04 January 2009

Justicia indígena: crimen y castigo

Por Óscar Figueroa
Prensa Libre (04 ene 2009)

Sindicados de haber sido pandilleros, 26 jóvenes fueron detenidos por las Juntas Locales de Seguridad Ciudadana (JLSC) de San Juan Cotzal, Quiché. Algunos aseguran que son inocentes, y otros aceptan su culpabilidad; sin embargo, todos deben cumplir jornadas de trabajo forzado, como reparaciones y construcciones en escuelas y edificios públicos.

Además, deben asistir a servicios religiosos católicos y evangélicos, con integrantes de las feligresías locales.

“No soy marero. Me capturaron por bolo, pero no he robado ni asesinado a nadie”, declaró uno de los castigados.

Otros expusieron que pagan porque el estilo occidental de vestir y actuar que tienen no es aceptado por la comunidad.

Otros confesaron haber sido integrantes de pandillas. “El correctivo que cumplo es merecido. Me ayudará a modificar mi vida”, expuso uno de ellos.

Juntas de seguridad

Las JLSC fueron integradas hace pocas semanas para contrarrestar la delincuencia en ese municipio, relató el alcalde José Pérez Chen. El 27 de diciembre último habían efectuado las primeras 20 detenciones, y hasta el 31 de ese mes, las otras seis.

Las JLSC funcionan pese a que la delegación del Ejército lleva a cabo patrullajes en el casco urbano, debido a que las autoridades comunitarias no se confían y prefieren mantener activas las Juntas. “Hacen patrullajes combinados junto a la Policía”, declaró el jefe edil.

Refirió que las JLSC lograron la detención de varios pandilleros, y que éstos delataron a sus cómplices, por lo que lograron capturar a los 20 primeros, sindicados de asaltos, extorsiones y asesinatos. Todos son señalados de haber sido miembros de la Mara 18 o de la Mara 13.

Se les incautó un fusil de asalto AK-47, una subametralladora mini-Uzi, una escopeta 12, dos pistolas calibre 9 mm y un revólver 38 mm.

El castigo comenzó el 29 de diciembre recién pasado, luego de que fueran llevados a una misa y a un servicio evangélico. Es para alejarlos del mal camino”, relató una joven integrante de la pastoral juvenil católica de esa localidad.

Los supuestos integrantes de la Mara 18 deberán cumplir hasta 36 días de trabajo, y los de la Mara 13 hasta 26.

Si bien varios de los capturados no aceptan haber sido pandilleros, todos los progenitores de ellos están satisfechos con las medidas. De hecho, los azotaron en público un día después de su captura.

Teresa Rivera, madre de uno de los capturados, afirmó que es un milagro que su hijo esté vivo, porque no escuchaba consejos y andaba con malas compañías.

Otros pobladores también están de acuerdo. Ana Córdova destacó que la sanción la tienen bien ganada. “Nos asaltan y hasta matan si nos oponemos a sus exigencias, por lo que creo que ahora la paz volverá al pueblo”, declaró.

Juan Rodríguez, presidente de las JLSC, explicó que serán liberados cuando cumplan el castigo, pero si reinciden serán entregados a la Policía Nacional Civil para someterlos a procesos legales.

El alcalde anunció que, pese a que concluirán los trabajos obligados, deberán ir todos los días, a las 16 horas, a reportarse a la JLSC hasta que la comunidad decida que la pena es suficiente.

Además, los detenidos trabajan de 7 a 15 horas y descansan en cárceles públicas.

Las aldeas que han sido más castigadas por la delincuencia son Santa Abelina, Chichel, Vichivalá y San Felipe Chenlá.