14 April 2008

La calma regresa a Alotenengo

Por Alberto Ramírez Espada
Prensa Libre (14 abr 08)

Cincuenta soldados y 49 policías cuidan San Juan Alotenango, Sacatepéquez, que luego de los disturbios del miércoles último se mantiene en calma; no obstante, la población señala que la causa persiste.

José Corado, uno de los oficiales de la Policía Nacional Civil (PNC) a cargo de las fuerzas combinadas enviadas a ese lugar, señaló que la calma es aparente y, para no provocar a los pobladores, los patrullajes se efectúan únicamente en el casco urbano.

El jefe policial destacó que los 99 integrantes de las fuerzas combinadas, entre militares y policías, tendrán presencia en San Juan Alotenango por tiempo indefinido.

El contingente también cuenta con 11 vehículos de doble tracción y varios microbuses para patrullar.

Juan Bayxac, de la estación local de Bomberos Voluntarios, dijo que la situación en el poblado ha sido de tranquilidad, luego de los disturbios, sin que se reporten brotes de violencia.

Pueblo tranquilo

Ayer, el día de mercado parecía como otro igual, y se observaba a centenares de personas de compras en la única calle formal, la cual es compartida por ventas ambulantes y buses extraurbanos.

La novedad pareció darla el vendedor de una publicación, sin firma responsable, de seis páginas, denominada Punto X. Aquél gritaba que el causante de los problemas en esa localidad había salido libre, y esto llamó la atención de algunos vecinos que compraron el pasquín, pero la nota no hacía referencia al sindicado.

El origen

Los vecinos comentaron que, desde hace algunos meses, pandilleros empezaron a operar en esa población, con extorsiones y asaltos a conductores de mototaxis.

Después, los delincuentes extorsionaban tiendas, situación que obligó a los pobladores a organizarse en patrullas nocturnas.

Julián Vásquez, de unos 50 años, habitante del lugar, comentó que la población había perdido la confianza en la Policía y en las autoridades edilicias, y esa fue una de las causas de los disturbios.

Disturbios

La noche del 9 de este mes, San Juan Alotenango vivió horas de violencia.

• Empezó con la captura de un supuesto extorsionista.

• Los vecinos pedían que se les entregase, para lincharlo.

• Al no lograrlo, destrozaron la subestación de la PNC y parte de la municipalidad.

• Hubo dos muertos en tiroteos.

• Además, siete heridos y cinco capturados

• Vecinos rechazan presencia de la PNC

11 April 2008

Las lecciones de Alotenango

Editorial de Prensa Libre (11 abr 08)

Los violentos incidentes ocurridos la noche del miércoles en San Juan Alotenango, Sacatepéquez, constituyen la más reciente prueba de la ingobernabilidad que campea en buena parte del país, como consecuencia de la poca o nula confianza del funcionamiento de las instituciones estatales, sobre todo, el sistema legal. Dos personas muertas y una treintena de heridos, entre ellos agentes policiales, fueron la consecuencia de la acción de vecinos que exigían la entrega de un supuesto robaniños que había sido capturado.

Los actos violentos del miércoles deben ser considerados el efecto, y no la causa, de numerosos problemas del país. Uno de ellos, el temor de que los niños y bebés de esa población sean víctimas de secuestro o de robo. Es inimaginable el dolor de los padres cuando uno de sus hijos es robado. Con denuncias de esos casos están llenos los archivos policiales, sin que el número de casos resueltos llegue a un porcentaje aceptable.

Otra causa es la duda en el funcionamiento del sistema judicial guatemalteco. Es lento, complicado, ineficiente, con poco presupuesto y escaso personal, sujeto a otorgarles privilegios a quienes los obtienen de manera fraudulenta. La población exige justicia inmediata, y este error es muy difícil de hacerlo desaparecer, porque son demasiados los casos en que el resultado del funcionamiento de la justicia ha sido vergonzoso.

Por las causas anteriormente señaladas, es necesario poner en el contexto las reacciones de los habitantes de Alotenango, población cuya importancia radica, sobre todo, en el hecho de encontrarse cercana del polo turístico más importante, la ciudad de Antigua Guatemala, que se encuentra unida con la costa sur del país por medio de una carretera que pasa por esa población, y que tiene gran belleza por pasar en medio de los volcanes De Agua y Acatenango.

La actuación de las autoridades de Policía necesita ser analizada cuidadosamente. Se ha informado de la participación de delincuentes infiltrados entre los ciudadanos que exigían la entrega del presunto delincuente. Pero es un hecho que al menos una de las víctimas mortales no parece haber tenido problemas anteriores con la ley, y se ignora por qué razones estaba presente en el lugar de los hechos. Ahora son las autoridades las que deben explicar los detalles de lo ocurrido y por qué se vieron en la necesidad de utilizar los gases lacrimógenos.

Ocurrió en Alotenango, pero pudo haber pasado en muchos otros municipios del país. La gente, en pocas palabras, está desesperada por la acción de los delincuentes y la impunidad con la que pueden actuar. Da la impresión de que, en todo el país, los ciudadanos están convencidos de que es imposible confiar en el sistema legal, y por ello la única manera de lograr castigos para los criminales es tomarla con la propia mano.

En varias ocasiones hemos señalado en este espacio la necesidad de que se aceleren los procesos judiciales, sobre todo, en las comunidades situadas en la provincia, y al mismo tiempo se realicen campañas para concienciar a la gente acerca de los efectos negativos de los linchamientos.

10 April 2008

Turba quema municipalidad

Por C. Paredes, C. Fuentes, W. Sactic y T. López
Prensa Libre (10 abr 08)

San Juan Alotenango, Sacatepéquez. Un enfrentamiento entre pobladores de San Juan Alotenango, Sacatepéquez, y agentes de las fuerzas de seguridad dejó dos personas muertas, además de la destrucción del edificio municipal y la subestación de la Policía del lugar.

A las 17.30 horas, vecinos con palos y armas de fuego capturaron a un grupo de presuntos mareros, liderados por Siriaco Palam, quien es acusado de robaniños, y los entregaron a la Policía Nacional Civil.

Otras versiones apuntan a que los pobladores querían linchar a los delincuentes, y los agentes lo impidieron.

La turba que se concentró frente a la sede policial creyó que los dejarían libertad, lo cual dio origen a los disturbios. Para defenderse, los agentes comenzaron a disparar bombas lacrimógenas.

Porfirio Rancho, de 25 años, resultó herido de bala, y luego murió, al igual que otro vecino del municipio.

A las 18 horas, un contingente de las fuerzas de seguridad llegó al sitio para apoyar a los agentes y, con gases lacrimógenos, se enfrentó a los pobladores, lo que dejó como saldo decenas de afectados por los gases, ocho heridos con arma de fuego, entre ellos, el jefe de la comisaría de Sumpango, Aníbal Hernández, y un reportero de televisión.

Pasadas las 21 horas, la turba quemó el edificio municipal y la subestación de la Policía.

Vapulean a asaltante

Por A. Ixcot y M. Toc
Prensa Libre (10 abr 08)

TOTONICAPÁN, Guatemala. Pobladores de esta ciudad capturaron y vapulearon ayer a Heizler Batz Alvarado, de 18 años, a quien señalan de integrar una banda de asaltantes que opera en la región.

Batz, luego de ser golpeado, fue entregado a la Policía Nacional Civil, junto con una pistola y mercadería que robara en un local.

La captura se registró después que el supuesto delincuente había robado en una venta de computadoras, ubicada en la 12 avenida entre 3a. y 4a. calles de la zona 2, de donde se llevó dinero en efectivo y artículos eléctricos.

Al momento que intentó huir, la propietaria del negocio pidió auxilio y, con un silbato, alertó a los vecinos, quienes lo rodearon y vapulearon.

“Fue atrapado, amarrado y llevado al parque central donde fue exhibido para que los vecinos lo identificaran. Al parecer se trata de la misma persona que ha cometido otros hechos delictivos en la ciudad”, comentó Karin Linares, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Totonicapán.

Andrés García, presidente de la directiva de los 48 cantones de la alcaldía indígena, lamentó el incremento en el índice delictivo, y refirió que este hecho sienta un precedente para que no se cometan más actos ilícitos.

Ante la alcaldía indígena, el detenido reconoció integrar una banda de asaltantes, e identificó a tres de sus cómplices, que supuestamente viven en Quetzaltenango.

07 April 2008

Ecuador: Linchan a dos presuntos delincuentes colombianos

Prensa Asociada (7 abr 08)

QUITO (AP) - Dos presuntos delincuentes colombianos acusados de asesinato y robo fueron linchados e incinerados el lunes en la población de San Vicente, en la costa central de Ecuador.

En declaraciones a la radiodifusora Colón, la policía confirmó que en ese poblado costero, ubicado a unos 240 kilómetros al sureste de Quito, dos delincuentes colombianos asaltaron y mataron a tiros al empresario Ramón Zambrano, a quien le arrebataron una fuerte suma de dinero.

De inmediato los enardecidos pobladores de San Vicente iniciaron la búsqueda de los presuntos asaltantes, los hallaron y los lincharon en la calle, rociándolos con gasolina y prendiéndoles fuego.

La policía nada pudo hacer para contener a la población, que además amenazó a los periodistas que buscaban grabar las imágenes.

La AP intentó comunicarse al destacamento de policia de San Vicente para solicitar comentarios sobre lo sucedido, pero nadie respondió el teléfono.

Uno de los fallecidos fue identificado como el colombiano Héctor Fabián Hernández Quimbaña, de 28 años, pero no fue posible identificar a su compañero debido a que los documentos ardieron junto al cuerpo.

Los restos de los presuntos delincuentes quedaron en la calle.

Con relativa frecuencia los pobladores de zonas campesinas hacen justicia por propia mano debido a la lentitud de los tribunales del país, que tardan años en resolver los casos más simples.