Por Miguel Ángel Albizures
elPeriódico (23 abr 06)
Las bestias no razonan y los humanos, que se supone hacen uso de razón, la pierden, se comportan peor que las bestias y se convierten en monstruos, sedientos de sangre, como los de Sumpango, con quienes se puede grabar una película de terror, que eriza a cualquier mortal que no se comportaría como ellos lo hicieron contra dos seres humanos.
Lo que hicieron los habitantes de Sumpango no tiene nombre, aunque se diga que fue un linchamiento; fue un crimen bestial, donde turbas enardecidas justifican su comportamiento a través de declaraciones de jóvenes que no piensan que pudieron o pueden ser víctimas de una agresión similar. La verdad, no sé qué pasa por la mente humana para actuar de semejante forma. Comprendo la exaltación, la rabia por el rapto de niños, la ausencia de justicia, los constantes hechos de violencia a que estamos expuestos, la impunidad con que actúan los secuestradores, pandilleros, ladrones o narcos que proliferan, la indiferencia de las autoridades ante hechos de agresión y violencia que sufre la población. Comprendo la desconfianza en las autoridades e instituciones de gobierno, pero no la bestialidad, el sadismo, el odio elevado al cubo y esa sangre fría de apedrear, dar garrotazos, patear y finalmente rociar gasolina y prender fuego a dos seres humanos que podrían haber entregado a las autoridades y mantener la exigencia de investigación y justicia.
Guatevisión se disculpó una y otra vez por las tomas que presentó; tenía razón, pero eran necesarias para hacernos comprender la degradación a que llega el ser humano colectivo, de lo que son capaces las masas desbocadas que pierden la razón y los líderes que inducen a matar sin medir las consecuencias de su acción. No sé cómo se levantó esa población después de los hechos criminales, monstruosos, sangrientos. Sé que no fueron todos, vimos que algunos se opusieron, trataron de frenar el desenfreno, de calmar los ánimos y vimos también a quienes declaraban abiertamente su satisfacción por lo que habían hecho.
Pobres de ellos y ojalá que la justicia, después de su ausencia manifiesta en un montón de rincones del país, se aplique, tiene cómo hacerlo, debe sentar precedentes, debe imponerse, pero también deben reflexionar los operadores de justicia a todos los niveles sobre lo que provoca su ausencia, su indiferencia, su complicidad, pues hechos similares no deben volver a acontecer en nuestro país o, de lo contrario, nos convertiremos en salvajes. Otros Sumpangos salvajes deben evitarse.
2 comments:
Sumpango Sac.
Este hecho fue producido a causa de que las autoridades no hacian justicia cuando se debio hacer.Pero la gente de sumpango no son bestias simplemente ellos tuvieron que hacer justicia con sus propias manos porque no tenian otra salida...comprendan que en alguna ocasion cuando ustedes esten en las mismas condicionas ni por mas que pidan o rueguen justicia no la habra del todo y tendran que hacer justicia con sus propias manos..porfavor no juzgen a los demas con lo que ven primero investiguen las causas del porque sucedio..
A autor:
No somos bestias sedientas de sangre, si usted estuviera en esa situacion de perder a alguno de sus hijos (si los tiene)seguria pensando de la misma manera?? Es muy facil hablar y juzgar a los demas cuando no se ha vivido en carne propia esa situaion... Simplemente queremos justicia... Por favor mas respeto!!
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