18 March 2011

Viejas reflexiones que intentaremos actualizar pronto

Entrevista inédita de Prensa Libre, 2 marzo 2011, sobre Linchamientos en Guatemala (*)

Por Raúl Adolfo Barreno Castillo a Carlos A. Mendoza

1. ¿Cuál es la causa de que se registren los linchamientos en Guatemala?

Hay varias hipótesis propuestas, pero ninguna conclusión definitiva hasta el momento. Algunos dicen que las causas son estructurales, como la pobreza. Otros afirman que la “cultura de la violencia” heredada del conflicto armado interno es la principal explicación, incluyéndose la erosión en el tejido social que el mismo conflicto provocó.

Personalmente, me he fijado más en aspectos institucionales, como la ausencia del Estado en el territorio nacional, lo cual provoca un vacío que debe llenarse de alguna manera. Sin embargo, no descarto que también pueda estar ocurriendo algún tipo conflicto institucional, entre la legislación y los procedimientos del Estado guatemalteco (incluyendo su ineficacia) versus las instituciones informales (tradicionales) de los Pueblos Indígenas, sobre todo en regiones más apartadas del centro (más rurales e inaccesibles).

Recomiendo leer mi publicación del 2007 para una discusión detallada de cada hipótesis y el sustento empírico (con data y análisis estadístico) correspondiente para descartar unas y aceptar otras:

Mendoza, Carlos. 2007. Ausencia del Estado y Violencia Colectiva en Tierras Mayas, Una aproximación cuantitativa al fenómeno de los linchamientos en Guatemala (1996-2002). (Guatemala: SEGEPLAN/FLACSO).

Disponible AQUÍ: http://www.nd.edu/~cmendoz1/libroverelectronica.pdf

2. ¿Podrían interpretarse como una herencia de la guerra interna?

Como también explico en mi publicación del 2007: la debilidad del Estado guatemalteco no es consecuencia exclusiva del reciente conflicto armado interno, sino que tiene raíces históricas bastante más profundas. Si en algo contribuye el pasado de violencia política al fenómeno de los linchamientos puede ser en dos aspectos: a) el repertorio de castigos públicos (las formas en que se lincha); y b) la desconfianza acentuada hacia las instituciones del Estado (como juzgados y Policía). Sin embargo, la existencia de diversas formas de violencia colectiva en el pasado previo al conflicto (1960-96), incluso durante el período colonial, debilitan la hipótesis de la guerra como “la principal causa”. Además, un enfoque comparativo a nivel internacional nos ayuda ver países o regiones (México, Bolivia, Ecuador) donde no ha ocurrido conflicto armado y sí hay linchamientos; y otros donde sí lo hubo (El Salvador y Nicaragua) y no se registran casos de linchamientos.

Recomiendo leer mi BLOG donde he documentado diversos episodios de violencia colectiva mucho más añejos, incluyendo levantamientos o sublevaciones indígenas contra las autoridades del Estado o de la Iglesia Católica, sobre todo debido al cobro de impuestos.

Ver AQUÍ: http://linchamientos.blogspot.com/search/label/historia

3. ¿Cómo analiza usted el problema?

Nuevamente, me remito a lo que ya he escrito con anterioridad (2007): los linchamientos son un fenómeno de “violencia colectiva”. Por ello, debe explicarse “lo violento” y “lo colectivo”. Respecto a la violencia: efectivamente puede haber un intento de persuadir a los potenciales criminales que acechan las comunidades, por medio del castigo público y desproporcionadamente severo en contra de los presuntos criminales que son capturados, muchas veces in fraganti. Con relación a lo colectivo: aquí es donde aparece la variable étnica, pues en las comunidades indígenas hay –contrario a lo que supone la hipótesis del conflicto armado– un capital social que facilita resolver el llamado problema de la acción colectiva, lo cual les permite proveer los bienes públicos que el Estado no provee, como el orden, la seguridad y la justicia. Aquí también habría que tomar en cuenta las instituciones informales de los Pueblos Indígenas que ayudan a llenar los vacíos que la burocracia y la legislación estatales no terminan de ocupar.

4. ¿Esas acciones violentas de la comunidad podrían responder a la falta de aplicación de la justicia?

Sí, este es uno de los principales vacíos a los que me refiero en las respuestas anteriores. En palabras de Guillermo O’Donnell (2007), una de las principales funciones del Estado es la provisión de cierto orden y previsibilidad en las relaciones sociales de la población ubicada en el territorio que éste delimita, lo cual requiere de una legislación y una burocracia que la aplique efectivamente. Si no hay agentes del Estado en capacidad de administrar justicia, la población recurre a métodos alternativos de control social para poner cierto orden. Estos métodos pueden parecernos en extremo “salvajes” pero responden situaciones pre-Estado, es decir, cuando no hay quien monopolice el uso de la fuerza (sea reconocido como legítimo o no ese ejercicio del poder coercitivo).

5. Las autoridades locales (de San Juan Sacatepéquez, Guatemala) suponen que los linchamientos son parte de los abusos que comenten los integrantes de las Juntas Locales de Seguridad, ¿Sería eso posible?

Claro que los abusos se dan cuando no hay mecanismos de control para quienes ejercen el poder. Es decir, cuando no rinden cuentas a nadie. Pero esto, nuevamente, es un síntoma de la ausencia del Estado, en el sentido que éste ha delegado informalmente, o por simple negligencia, funciones de vigilancia, investigación y castigo (aquí sí hay una clara similitud con los abusos cometidos por las Patrullas de Autodefensa Civil durante el conflicto armado).

6. La coyuntura política obliga que el Gobierno actúe contra ese tipo de acciones o ¿Cómo debería hacerlo?

Los problemas de la violencia, en general, y la debilidad del Estado, en particular, trascienden la mera coyuntura política (electoral). Se requiere de un esfuerzo coordinado entre la elite política y la económica para transformar nuestra matriz institucional y para fortalecer la burocracia estatal, en el sentido que ésta tenga las capacidades necesarias para aplicar la ley, entre otras: profesionalismo, incentivos correctos (carrera del servicio civil), y recursos financieros para invertirlos en tecnología e investigación. Los esfuerzos de reforma judicial y policial han permitido ciertos avances, pero hace falta mucho camino por recorrer.

7. ¿Cómo explicarle a la comunidad la diferencia entre aplicar la justicia (formal) y el derecho consuetudinario?

Lo que se requiere es que el Estado efectivamente aplique la ley, de manera justa y pronta. No se trata sólo de dar talleres informativos o educativos. Esta visión de la necesidad de “concientización” –especialmente impulsada desde el Organismo Judicial– supondría que el problema tiene su origen en la ignorancia de las comunidades, pero esta hipótesis es poco plausible. Lo crucial es si existe o no la capacidad del Estado para proveer seguridad, orden y justicia para su población en el territorio que pretende delimitar. De lo contrario se activan mecanismos alternativos, informales, para alcanzar cierto nivel de previsibilidad en las relaciones sociales.

No se debe confundir el derecho consuetudinario indígena, que es un conjunto de instituciones informales de los Pueblos Indígenas, con los episodios de violencia colectiva. Sin embargo, sí hay elementos de los castigos violentos, colectivos y públicos que tienen un origen histórico bastante lejano y, por lo tanto, se han incorporado como “tradiciones” de alguna forma sancionadas por las mismas comunidades. Por ejemplo, el historiador Greg Grandin ha documentado que en el siglo XIX: “Una de las primeras demandas de los principales después de la victoria de Carrera fue que se volvieran a instalar los puestos de azotamiento en las plazas de los pueblos.” (Fuente: Greg Grandin, La sangre de Guatemala: Raza y nación en Quetzaltenango, 1750-1954, p. 154).

Sobre este debate, en el cual los mismos líderes indígenas no parecen tener consenso, recomiendo ver los artículos y opiniones recopilados en mi BLOG:

http://linchamientos.blogspot.com/search/label/castigo%20ind%C3%ADgena

8. ¿Medidas urgentes para contrarrestar estos actos de ajusticiamiento popular?

Aunque los medios de comunicación social le dan gran relevancia a los linchamientos, estadísticamente son poco significativos. En el año 2010 la Policía Nacional Civil reportó un total de 33 muertes a causa de la violencia colectiva en forma de linchamientos. Esto representa menos del UNO por ciento de todos los homicidios ocurridos en el país (5,960 en total). Respecto al año anterior –el 2009–, se observó una reducción del 33 por ciento en muertes por linchamiento.

Entre las capacidades del Estado debe estar la reacción inmediata para evitar linchamientos, una vez se da la voz de alarma sobre la posibilidad de que un supuesto delincuente termine como víctima fatal de una turba. Pero también debe pedírsele al Estado la misma capacidad de reacción para detener a los delincuentes y criminales que operan en las comunidades. Mientras éstas detecten ese vacío, intentarán llenarlo ejerciendo “justicia por mano propia”.

9. ¿En algunas comunidades o departamentos tendrán alguna relación con el narcotráfico?

No tengo información suficiente para responder esta pregunta. Habría que recopilar datos a nivel municipal sobre el accionar de los carteles de la droga para ver si efectivamente existe alguna correlación con los linchamientos.

10. Si tiene cifras del 2011, las apreciaré mucho.

Al 31 de enero 2011, la PNC reportó 4 muertes por linchamiento de un total de 497 homicidios durante el mes en todo el territorio nacional. Uno ocurrió en Alta Verapaz y tres en Huehuetenango.

El caso de Huehue (Santa Cruz Barillas), con varias víctimas, lo cubrió su corresponsal Mike Castillo:

http://linchamientos.blogspot.com/2011/01/turba-lincha-tres-en-huehuetenango.html

Sobre el de Verapaz (San Pedro Carchá) apareció una breve nota en PrensaLibre.com:

http://linchamientos.blogspot.com/2011/01/linchan-hombre-en-carcha.html

Ayer mismo solicité los datos de la PNC correspondientes a febrero 2011. Respecto a los datos de enero, la PNC reportó 2 muertes por linchamientos en 2010, pero con sólo un punto de comparación no podemos ver tendencia alguna. Por cierto, dicha cifra no coincide con la reportada por el GAM, que basa su informes en el monitoreo a medios.

Ver AQUÍ: http://linchamientos.blogspot.com/2010/02/reporte-gam-enero-2010.html

Sobre mi crítica a los conteos y comparaciones que hacen los medios, ver mi POST reciente: “Comparando peras con manzanas y naranjas: los números de la violencia”

http://ca-bi.com/blackbox/?p=4550

Sobre entrevistas previas que me han hecho sobre el tema LEER:

http://linchamientos.blogspot.com/search/label/Marta%20Sandoval

http://linchamientos.blogspot.com/search/label/Louisa%20Reynolds

Cleveland, Ohio, 02 mar. 11

(*) Me dijeron que se publicaría el jueves 3 de marzo, pero por alguna razón decidieron no hacerlo. Para no desperdiciar el tiempo invertido, la comparto con los lectores de este BLOG. CM.

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