02 October 2009

Linchamientos políticos del pasado

por Carlos A. Mendoza

Estoy leyendo con mucho interés el libro de Sholón Porras (2009), titulado "Las Huellas de Guatemala." Me parece una obra muy valiosa sobre la historia reciente del país, contada por uno de sus protagonistas. En la misma me he encontrado con dos episodios de linchamientos, ambos relacionados con la revancha política.

El primero, es "el linchamiento de Cirilo Flores (1826), entonces vicepresidente de la Federación Centroamericana, al interior de la catedral de Quetzaltenango, por parte de vendedoras de los mercados de esa ciudad que antes habían sido azuzadas por los curas, diciendo que Cirilo Flores llegaba a apoderarse de los bienes eclesiásticos" (p. 172).

El segundo, "en 1920 la multitud que linchó a los funcionarios de Estrada Cabrera gritaba echémonos a otro toro, conforme los iba despedazando uno por uno" (p. 176).

Investigando un poco más sobre el primer caso, encuentro que el hecho ocurrió un 13 de octubre y, según Scheina (2003: 126), fue una turba de indígenas. Bancroft (1887: 88) dice que fue una "turba de indios fanáticos". En su nota a pie de página (n.38) también dice que Morazán afirmó lo siguiente: "Puesto en manos de un feroz populacho, instigado por las funestas ideas que le inculcaron sus sacerdotes...".

Sobre el segundo incidente, encuentro esta amplia explicación en otro libro que estoy leyendo (del Valle 2003: 153-4):

"El Licenciado Marroquín Rojas publicó que a principios de la Semana Trágica, el populacho saqueó la casa de Jorge Galán, esbirro de Estrada Cabrera, sin que él, ni Eugenio Silva Peña pudieran evitarlo. Los pillajes se generalizaron. El Intendente General de los Bienes Nacionales Intervenidos a Estrada Cabrera informó que en La Palma los atracadores arrasaron hasta con el techo y las puertas. Federico Ponce Vaides narró, en carta de 21 de diciembre de 1921, los detalles de la rendición del dictador, ocurrida el 15 de abril de 1920. Ponce Vaides dice que él fue capturado y conducido a la casa del Partido Unionista donde sufrió una golpiza. Después, junto a otros militares defensores de La Palma, fue confinado en el Colegio de Infantes, frente al Parque Central, donde estaba la Comandancia de Armas, y acusó al General Felipe S. Pereira, aliado a los unionistas, de azuzar a la plebe para linchar a los militares Miguel López, Alberto García Estrada y al allegado a Estrada Cabrera, Joaquín B. Madrid. Dichos elementos castrenses murieron allí, en un reprobable acto del que Ponce Vaides se salvó, gracias a la intervención del señor José Azmitia, quien llegó a detener los linchamientos. En la plaza de armas ya habían sido destrozados el Licenciado Francisco Gálvez Portocarrero y Jorge Lobo, vinculados con el dictador; antes de ingresar a la Comandancia, corrió igual suerte el Comandante Julio Ponce Vaides, defensor de La Palma y hermano de Federico. Gente de bajos estratos económicos fue la responsable de los linchamientos que los unionistas condenaron enérgicamente. El Unionista de abril 28 de 1920 admitió los saqueos y asesinatos, pero aclaró que sus partidarios no habían participado en esas acciones.

El 10 de mayo de 1920, en Quetzaltenango, fueron asesinados en prisión 13 antiguos servidores del régimen caído. También hubo linchamientos o asesinatos en Retalhuleu; fue ultimada una persona en Mazatenango; ocho, en Totonicapán; una, en Antigua Guatemala; y siete, en Cocales. Saquearon las residencias de José Búrbano, Girón, Solares, Máximo Soto Hall -poeta y diputado cercano a Estrada Cabrera- Claro Chajón, López, José Reyes, Manuel María Girón, Lara, Felipe Márquez, Sotero Segura, Teodoro Cifuentes y Marroquín. Incendiaron las casas de los generales José Reyes y Enrique Arís. En Escuintla atacaron las casas de Gilberto Cabrera; en Quetzaltenango, la de José Piedra Santa y las fincas de los generales Flores, Aguilar y Cifuentes."

Estas referencias me enseñan dos cosas: 1) en Guatemala la frase de "linchamiento político" debe tomarse con cuidado, porque no ha sido utilizada únicamente en sentido figurado, sino que ha ocurrido literalmente; 2) esta evidencia histórica refuerza mi punto de que los linchamientos de la actualidad no son el resultado del reciente conflicto armado interno (1960-96), pues hay numerosos casos previos, como lo he mostrado también en otros POSTs en este mismo BLOG.

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Referencias:

Bancroft, Hubert H. (1887). "History of Central America" en The Works of Hubert Howe Bancroft.

del Valle P. Hernán (2003). Carlos Herrera: Primer Presidente Democrático del Siglo XX.

Scheina, Robert L. (2003). Latin America's Wars: The age of the caudillo, 1791-1899.

1 comment:

Unknown said...

Buenas noches carlos, una duda, ¿el linchamiento esta tipificado como delito en el codigo penal de Guatemala?