29 December 2010

REBELIONES INDÍGENAS EN GUATEMALA (*)

por Daniel Contreras

A medida que se estudia con más detenimiento la vida colonial americana, crece el interés por conocer la verdadera situación social del indígena durante aquel largo período de nuestra historia. Pero no es ya un interés del indio y de lo indio como pieza arqueológica o curiosidad etnológica, sino del indio-pueblo, ese elemento vital y hasta hoy casi olvidado de nuestra estructura nacional más genuina.

Se abandona fácilmente la cómoda postura de juzgarlo como raza vencida para entenderlo, con Sánchez, como el pueblo sojuzgado, pero no resignado; vencido, pero no convencido.

Porque el indio fue siempre una expresión de rebeldía y de inconformidad latente. Que la Colonia no logró matar su virilidad, es un hecho que se hace en sus motines y rebeliones; esas rebeliones como las ocurridas en la Nueva España que nos describe Casarrubias en el presente volumen de la Biblioteca 20 de Octubre.

Pero hay que advertir, para ser justos, que el mismo sistema colonial hizo propicio la supervivencia de esta rebeldía. El indio no era un siervo, es verdad; pero su misma servidumbre estuvo atenuada por muchas cédulas y ordenanzas que pugnaban por protegerlo de la codicia del colono. Los conglomerados indígenas obtuvieron cierta autonomía política a través de sus gobiernos municipales, cofradías y parcialidades. El indio logró así salvar de los tres siglos de coloniaje, pese a la mita, al repartimiento, al mandamiento, a los tributos y a la tutela oficial, no ya sólo su virilidad sino también una enorme cantidad de contenidos culturales autóctonos: no desapareció de la escena nacional ni como pueblo ni como cultura.

A las rebeliones indígenas estudiadas por Casarrubias en el presente volumen agregaremos, por nuestra parte, algunas de las ocurridas en la Capitanía General de Guatemala, que también aquí, como no era menos de esperarse, el indio dió muestras de su espíritu inquieto: entre los innumerables documentos del Archivo Nacional hay muchas quejas y procesos contra los indios y numerosas quejas de los propios naturales contra sus curas, alcaldes, corregidores y hasta contra los justicias de su misma raza.

Pero no siempre fueron pacíficas las protestas de los naturales. Algunas veces se alzaron realmente en armas poniendo en apuros al gobierno colonial, pues si bien el indio carecía de armas, tenía a su favor el número y la desesperación.

Ximénez se refiere a un motín ocurrido en Rabinal, Verapaz, hacia 1768, en contra el Alcalde del pueblo, un tal Gaspar Pérez, indio, a quien sostenía en su puesto el Alcalde Mayor de la Provincia en contra los deseos de la población indígena que se desesperaba por las injusticias y arbitrariedades de Pérez. «Viendo los indios, —dice Ximénez— que no tenían recurso en su Alcalde Mayor ocurrieron a la Real Audiencia, quejándose sólo del indio, sin tomar en boca al Alcalde Mayor guardándole ese respeto, aunque él era la causa total de aquellos agravios, y viendo la Real Audiencia la justificación del pedimento de los indios, dio su Provisión Real para el Alcalde Mayor mandándole que le quitase la vara. Hízosele muy duro el ejecutarlo porque le había hecho mucha hacienda el indio con sus tiranías y no quiso mostrarse desagradecido a quien le ayudaba a ir al infierno, y también mirando que ya acababa su oficio y que su sucesor D. Pedro de Godoy, que le había de tomar residencia, se sentiría de que le quitase a aquel indio de quien también se quería valer como habían hecho otros para sus granjerías, no lo quiso ejecutar sino que entretuvo a los indios con decirles que ya acababa y que su sucesor lo ejecutaría.» Pero el nuevo Alcalde Mayor, no quiso destituir a Pérez. Los indios entonces, aprovechando que Godoy estaba en Rabinal, exasperados «porque no dejaban de alcanzar que ocurrir otra vez a la Audiencia era cansarse, gastarse y pleito largo como siempre les sucede, ocurrieron a la fuerza y ciegos de cólera ocurrió todo el pueblo a las casas Reales con ánimo de matar a uno y otro Alcalde Mayor que se hallaban juntos en ellas y pegar fuego.» Varios españoles que se encontraban en el pueblo corrieron a defender con sus armas a Godoy. Los indios pagaron con la cárcel y el destierro su rebeldía.

(*) Introducción sobre las Rebeliones Indígenas en Guatemala (pp. 7-10) en "Rebeliones indígenas en la Nueva España" de Vicente Casarrubias. Vol. 18 Ed. Ministerio de Educación Pública. Biblioteca de Cultura Popular 20 de Octubre (1951). Guatemala, C.A.

3 comments:

Carlos Mendoza said...

Referencia que hace de Fco. Ximenez: Historia de la Provincia de San Vicente de Chiapas y Guatemala. Libro V, cap. XXXV, tomo II. Ed. Biblioteca Goathemala, 1930.

Carlos Mendoza said...

Por cierto, 11 años antes (1757) hubo litigio entre el Pueblo de Rabinal y los Frailes Dominicos por las tierras de San Miguel Chicaj (ver Indice general del archivo del extinguido Juzgado Privativo de Tierras, por Gustavo Palma Murga).

Carlos Mendoza said...

Relacionado con el tema y el caso de Rabinal:

"Sería falso considerar, no obstante, que la desintegración progresiva del mundo colonial, así como la resistencia indígena frente a la penetración ladina, sólo haya adoptado un cariz legal. A veces, frente a la imposibilidad de alcanzar los objetivos que se habían fijado, a causa de la lentitud de la justicia, los
indígenas tomaban las armas y se sublevaban, con la esperanza de
imponer por esa vía lo que consideraban su derecho. Estas rebeliones fueron, aún más que la resistencia legal estudiada aquí, la forma radical utilizada por los indígenas para expresar su rechazo al sistema colonial."

La lucha por la tierra en Guatemala Colonial. De Michel Bertrand, p. 135