Esta nota periodística sirve de ejemplo para mi argumento sobre la capacidad de las comunidades indígenas para organizarse y superar los problemas de acción colectiva. Es un caso en el cual deciden sustituir al estado y proveer por ellos mismo un bien público que el estado no ha provisto.
Carlos A. Mendoza
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Por Eduardo Sam Chun
Prensa Libre (31 ene 07)
Cobán, Alta Verapaz. – Cansados de perder tiempo para gestionar en distintas dependencias del Estado la ampliación de la escuela Tomás Leal Sánchez, vecinos de la aldea Tontem tomaron la decisión de construir seis aulas con fondos propios.
Jesús Cal Chen, del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode), informó que el plantel atiende a 575 alumnos de preprimaria y primaria, tiene 10 aulas que fueron construidas cuando aún funcionaba la Dirección General de Obras Públicas, mientras que el resto son galeras de lámina y madera.
Refirió que las aulas improvisadas son pequeñas, se les entra el polvo y se inundan cuando llueve. Además, son pequeñas y los niños estudian hacinados.
Como ejemplo citó el caso de la preprimaria, en donde los tres grados reciben clases en una misma aula, situación que dificulta el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Agregó que los servicios sanitarios son pozos sépticos que no cumplen con los requerimientos mínimos de seguridad e higiene.
Sin apoyo
Puntualizó que durante varios años han solicitado que la municipalidad, el Ministerio de Educación (Mineduc) y otras entidades gubernamentales les construyera las aulas, pero nunca recibieron una respuesta positiva.
Por tal motivo, los padres de familia se organizaron y acordaron dar una cuota de Q50 cada uno, y trabajar en la construcción al menos una vez al mes.
Cal detalló que algunos padres no aportaron los jornales, por lo que deben pagar Q475 para tener derecho a que sus hijos estudien en ese establecimiento.
El costo total de la obra será de más de Q350 mil, y cada aula será de ocho metros de largo por 4.50 metros de ancho, añadió.
Ayuda privada
Alfredo Yatz, uno de los padres de familia, explicó que el Mineduc los apoyó con balcones para las nuevas estructuras, pero el resto de materiales ha sido donado por distintas entidades privadas y personas particulares.
Expresó que aún les falta conseguir cien sacos de cemento para terminar algunos detalles; además, les faltan puertas, ventanas e instalaciones eléctricas. Sin embargo, esperan que en uno o dos meses las seis aulas puedan ser utilizadas por los niños.
Más proyectos
Aseguró que tienen contemplado edificar otras estructuras con la misma modalidad de ejecución, pero no descansarán hasta lograr que el Gobierno asuma su responsabilidad y les ayude.
La profesora Thelma Molina García declaró que si no fuera por el entusiasmo de los padres de familia, la escuela, que tiene 60 años de funcionar en el lugar, estaría en completo abandono.
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