La periodista Marta Sandoval, de elPeriódico, me hizo una entrevista vía electrónica sobre el tema, la cual se ha publicado el día de hoy (domingo 7 feb 10):
http://www.elperiodico.com.gt/es/20100207/domingo/136567/
Para aquellas personas interesadas en profundizar, en mis respuestas incluí algunas referencias hacia otros documentos. Verlas AQUÍ.
1 comment:
Carlos,
Muy interesante la entrevista. Una observación: Creo que hay un problema con el concepto de "identidad compartida" que usás. Aunque estoy de acuerdo con vos en que hay "algo" que facilita la acción colectiva en los lugares en donde es más probable que ocurra un linchamiento, siento que la palabra "identidad" es muy fuerte para describirlo. En general, hablar de "identidad" es ya de por sí difícil, porque una persona es muchas personas a la vez, dependiendo del lugar en el que esté y con quién se esté relacionando. La identidad no es un "atributo" de la persona, sino una "variable relacional", para decirlo en otras palabras. Si usás "identidad" como una "variable independiente" la cosa se pone peor, porque pareciera como si dijeras que hay algo en la cabeza de estas personas que las hace proclives a ser violentas. Aunque todos los seres humanos tenemos algo de eso, creo que utilizar otras palabras, u otras formas de ver el asunto, pueden ayudar a entender mejor el problema.
Veamos el ejemplo de los crímenes por odio ("hate crimes") en los Estados Unidos. En general, se asume que la "identidad compartida" de los blancos racistas ("white supremacists") es la goma que los une y les facilita la acción colectiva cuando, por ejemplo, matan a golpes a un inmigrante. Aunque sí, algo de estoy hay, el enfocarlo de esa manera invisibiliza la naturaleza relacional de dichos actos, y su función: estas golpizas colectivas no sólo vienen de, sino que fortalecen la identidad de dichos grupos (y a veces, la forman!). En ese sentido, lo que une a los grupos racistas en los Estados Unidos no es algo tan abstracto como la "identidad compartida", sino que es el odio hacia otros grupos (ya sean inmigrantes, negros, etc.), y las golpizas no son sólo actos de violencia colectiva, sino que son rituales que crean y mantienen dichas identidades. El odio es la goma, y los rituales mantienen la goma. Por muy perverso que se oiga, estos rituales "empoderan" (algo que Angelina Snodgrass ya señaló sobre los linchamientos en Guatemala). Ahora, cuando hablamos de "rituales", entramos al campo de Durkheim, y Durkheim nunca habló de "identidad" sino de "solidaridad". Yo creo que usar la palabra "solidaridad" para describir lo que vos designás como "identidad compartida" es un poco más acertado, o más preciso, si se quiere, aunque también tiene sus problemas. Como muchos otros conceptos, la "solidaridad" ha sido poco estudiada desde la Sociología (no sé las demás Ciencias). Desde el psicoanálisis, se podría ver como "lazos libidinales", pero hablar de psicoanálisis tiene su bagaje de problemas también... En fin, sólo es un comentario a tu aporte.
Un saludo Carlos,
Daniel Núñez
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