18 February 2010

Linchamientos en Bolivia

Mueren dos presuntos ladrones en linchamientos en Bolivia 

Fuente: Noticias24.com (Vía EFE)

Dos presuntos ladrones han muerto en los últimos días en Bolivia linchados por vecinos de las ciudades de El Alto y Cochabamba, informaron este jueves los medios locales. El primer hecho se produjo la tarde del pasado sábado en la ciudad de El Alto, aledaña a La Paz, cuando una mujer de 38 años fue linchada por vecinos de la zona, tras ser supuestamente sorprendida robando en una casa del lugar. Según un informe de la policía citado por el diario “La Razón”, los vecinos sorprendieron a la víctima, que era madre soltera de seis niños de entre dos meses y 12 años, saliendo de una vivienda ajena con un televisor y dos mantas.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de El Alto, Ramiro Cossío, explicó que los vecinos enfurecidos trasladaron a la mujer a un campo de fútbol donde “la amarraron en la malla del arco (portería) de la cancha, la golpearon y luego encendieron unas llantas y causaron su asfixia”. 


Según datos que maneja la Policía, los vecinos justificaron el linchamiento porque la mujer había reincidido en el delito, ya que había sido sorprendida robando en otras ocasiones. El comandante regional de la Policía de El Alto, coronel Félix Segales, afirmó que a principios de mes otro hombre fue golpeado y posteriormente quemado en un barrio de esa misma ciudad tras ser descubierto intentando presuntamente robar en una vivienda.

Por otra parte, otro presunto ladrón de 30 años fue linchado en la madrugada del miércoles en la ciudad central de Cochabamba tras ser atrapado por una turba que lo acusó de intentar robar en una vivienda, informó el comandante departamental de la Policía, Carlos Quiroga. Según el diario “Los Tiempos de Cochabamba”, la policía de esa ciudad detuvo a seis vecinos por el crimen.

El linchamiento de delincuentes sorprendidos “in fraganti” es relativamente frecuente en Bolivia, sobre todo en la región andina, donde no es raro encontrar muñecos colgados de farolas como señal de advertencia a los cacos. Algunos grupos asocian los linchamientos con la llamada “justicia comunitaria”, como se conoce a la que aplican tradicionalmente las comunidades indígenas al margen de las instituciones del Estado. Sin embargo, esta práctica es condenada y rechazada por el Gobierno del indígena Evo Morales, que promovió la institucionalización de la “justicia comunitaria” en la Constitución Política del Estado vigente desde febrero de 2009. Según informes policiales citados por “La Razón”, entre enero y octubre del 2009 se registraron once linchamientos, la mayoría de ellos -siete- en la ciudad de El Alto.


 

17 February 2010

Linchamientos en Sololá

elEditorial de elPeriódico (17 feb 10)

El domingo pasado una turba linchó a tres presuntos delincuentes en Sololá. Los cadáveres destrozados de los linchados fueron recogidos anteayer por las Autoridades. Como siempre, los “linchadores” torturaron cruelmente a los presuntos delincuentes y les dieron una muerte lenta, infamante y dolorosa, haciendo gala de sadismo y profundo desprecio por el ser humano.


El linchamiento trata de constituir una justicia popular directa, ejecutiva y ejecutora al máximo, que tiene sus orígenes en los Estados Unidos de América, en las postrimerías del siglo XVIII, con dos causas principales: la odiosidad contra los negros (principales víctimas de las ejecuciones irregulares), y la soledad de las colonias que iban estableciéndose conforme el hombre blanco extendía su influjo hacia el Lejano Oeste.

El Código Penal sanciona los linchamientos bajo la denominación de “delito de muchedumbre”, el que tiene las siguientes notas tipificantes: si la reunión tuvo por objeto cometer determinados delitos, responderán como autores todos los que hayan participado materialmente en su ejecución, así como los que sin haber tenido participación material, asumieron el carácter de directores. Asimismo, el Código Penal dispone que comete el delito de asesinato quien matare a una persona con alevosía, premeditación o perversidad brutal, y que el responsable será sancionado con prisión de 25 a 50 años o con pena de muerte cuando el imputado acusare peligrosidad social.

No obstante, la gran mayoría de linchamientos en Guatemala permanecen impunes, y esto ha provocado que los mismos se sucedan uno tras otro, con toda su cauda de violencia, terror y psicosis, que impacta no sólo entre la población guatemalteca, sino también entre los turistas e inversionistas extranjeros que apuntalan la economía nacional. Los informes sobre los casos de linchamientos reflejan que los mismos no necesariamente son consecuencia de la falta de acceso a la justicia o de que la justicia no haya sido pronta y cumplida, sino que obedecen a otras causas: instigación por parte de ex Patrulleros de Autodefensa Civil (ex PAC), hostigamiento religioso, impulsos sadomasoquistas a nivel de poblaciones desgarradas por la opresión y la violencia, bajos niveles de desarrollo humano, etcétera.

Aunque algunos lo justifican con vehemencia, el linchamiento es otra manifestación de la escalada de violencia que estamos viviendo y otro síntoma de descomposición de la sociedad guatemalteca.

16 February 2010

Capacitaciones son fútiles

Comunitarios linchan a tres presuntos ladrones
Ampliación sobre detalles de la noticia de ayer, en Prensa Libre.com

Nota de Angel Julajuj dice: "los esfuerzos que realizan las autoridades sololatecas para evitar los linchamientos no han dado los resultados esperados, [...], los líderes comunitarios han sido capacitados en prevención de este delito, pero que en muchos casos estos no tienen ni voz ni voto frente a las turbas. [...] En las pláticas se les enseña que la vía legal para alcanzar la justicia es la denuncia y no la de tomar acciones por su propia mano [...]."

Pienso que estas "capacitaciones" son fútiles, es decir, son incapaces de producir algún resultado, son inefectivas porque la causa de los linchamientos no es la denominada "ignorancia de la gente" sobre el debido proceso. Esta hipótesis, prevaleciente en el Organismo Judicial, no parece tener sustento teórico o empírico. No es la falta de educación lo que lleva a la formación de una turba y al linchamiento de un presunto criminal. Un contra-ejemplo han sido los recientes casos de vapuleados por estudiantes de dos Universidades en la Ciudad de Guatemala.

15 February 2010

Linchan a tres presuntos delincuentes en comunidad de Sololá

Prensa Libre.com con información de Angel Julajuj

Una turba de una comunidad apartada de Sololá linchó anoche a tres hombres señalados de haber asaltado un autobús y de haber herido al ayudante de ese transporte quien posteriormente murió en el hospital local.

Los tres cadáveres destrozados se encontraron en un camino de terracería hacia el cementerio de la aldea Patzutzún, la más alejada de la cabecera departamental.

Vecinos dijeron esta mañana que los tres sujetos asaltaron un autobús que circulaba entre Quiché y la costa sur en el sector de las Trampas, Godínez, Sololá.

Según los vecinos, los supuestos delincuentes robaron a los pasajeros y balearon al ayudante, que murió después en el Hospital Nacional de Sololá.

Después del asalto, una turba atrapó a los supuestos malhechores y los linchó en el camino al cementerio, sin que hubiera intervención de ninguna autoridad.

El Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC) llegaron esta mañana para recoger los cadáveres y las evidencias.

10 February 2010

Sobre la identidad compartida y los linchamientos

por Carlos A. Mendoza

Me parecen muy interesantes los comentarios de mi colega Daniel Núñez sobre el uso del término "identidad compartida". Es importante utilizar los conceptos de forma precisa para no crear más confusión en el debate.

Básicamente, estoy de acuerdo son su distinción: "La identidad no es un atributo de la persona, sino una variable relacional." Es lo que distingue a nosotros de los otros.

Ciertamente utilizo la identidad compartida como una variable independiente, pero no para decir que "hay algo en la cabeza de estas personas que las hace proclives a ser violentas." Yo la he utilizado, desde mis primeros ensayos en 2001, para explicar cómo las comunidades logran superar el conocido problema de la acción colectiva. Por ello me gusta definir a los linchamientos como un fenómeno de violencia colectiva: hay que explicar lo "colectivo" y lo "violento".

Mi primer referente teórico sobre esto de la identidad compartida y su efecto en la movilización para la acción fue, precisamente, un sociólogo (y su estudiante): Oberschall, Anthony y Hyojoung Kim (1996), "Identity and Action," en Mobilization: An International Journal, I (1): 63-85. Ellos concluyen, entre varios puntos, que la búsqueda de una identidad genera externalidades que facilitan la acción colectiva para todos aquellos que comparten la misma identidad.

La parte violenta del fenómeno la he abordado utilizando otros insumos teóricos, como los ofrecidos por Kalyvas, Stathis (1999), "Wanton and Senseless? The Logic of Massacres in Algeria," en Rationality and Society, 11 (3): 243-85. Él explica con teoría de la utilidad esperada las bases racionales de la violencia que nos parece extrema y sin sentido.

Sin embargo, también estoy de acuerdo con Daniel en su afirmación de que las "golpizas colectivas no sólo vienen de, sino que fortalecen la identidad de dichos grupos (y a veces, la forman!)." Leyendo sobre el origen del sentimiento religioso y la función que ha desempeñado el mismo en las sociedades primitivas (de cazadores y recolectoras, hace más de 50 mil años) encuentro argumentos convincentes sobre cómo la identidad de nosotros está necesariamente en contraposición de la de los otros. Es relacional, como nos recordaba Daniel. Pero parece que desde un principio era ya "conflictivamente" relacional, debido a la lucha por recursos: territorio para cazar, por ejemplo. Así que estoy abierto a seguir explorando este complejo tema entre identidades y violencia.

Finalmente, acepto el uso del término solidaridad, como lo propone Daniel. Me parece que refleja bien la idea que tengo en mente, pues los miembros de las turbas actúan en reacción a una ofensa a otro miembro de la comunidad y lo hacen en bloque, como uno solo.

He invitado a Daniel, quien también se interesa en estudiar el fenómeno de los linchamientos desde la perspectiva sociológica, para que participe activamente en este BLOG. Espero que pronto tengamos aquí sus reflexiones a manera de POST.

Linchamientos: efecto, no causa

por Mario Antonio Sandoval
Prensa Libre (10 feb 10)

EL DOMINGO ANTERIOR fue publicado en elPeriódico un interesante trabajo de la periodista Marta Sandoval, acerca de los linchamientos urbanos. El artículo señala algunos criterios del señor Carlos Mendoza, experto en el tema sobre esta clase de actos violentos, quien se refirió a un hecho claro: no son el resultado de falta de educación, ni de violencia en las áreas rurales, sino está presente en todos los sectores de la sociedad. Los criterios del entrevistado me hicieron pensar un poco en el tema, y al hacerlo afiancé mi idea de cuáles son las verdaderas causas por las que una persona participa en un linchamiento: una, porque ya no confía en el sistema de justicia; otra, por estar desesperada ante la impunidad de los delincuentes.

LINCHAR, DICE EL Diccionario de la Real Academia Española, es “ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo”. Tumulto es un alboroto producido por una multitud. Según esta definición, un linchamiento implica la muerte de quien lo sufre. Pero a pesar de ello me parece adecuado darle, como ocurre en Guatemala, la acepción de un “linchamiento parcial”, cuando la persona linchada no pierde la vida. Pienso así porque uno de los factores fundamentales del linchamiento es el silencio no solo de quienes participan directamente, sino de los testigos, muchas veces convertidos en participantes espontáneos, deseosos de manifestar un castigo a quien, con o sin razón, consideran un delincuente o un criminal.

EL LINCHAMIENTO TIENE muchas veces la característica de poder ser calificado como una reacción salvaje, y sin duda lo es, porque ocurre como consecuencia de hechos en apariencia no suficientemente serios como para justificarlo ni explicarlo a simple vista. Los casos presentados en el artículo son buenos ejemplos: la mujer atacada y desnudada por pasajeros de un autobús urbano al descubrirla cometiendo robos. Estudiantes de la Universidad Landívar vapulearon a ladrones de computadoras en el estacionamiento. Intento de quemar vivos a dos secuestradores frente al IGSS de Pamplona. Y, sobre todo, la actitud cómplice de quienes simplemente ven las agresiones tumultuarias, o quienes se unen de manera espontánea a los hechores.

NO SE PUEDE COMPRENDER el linchamiento en Guatemala si no se toma en cuenta la precaria situación del sistema de justicia, con 97 por ciento de los crímenes impunes. El hecho en sí —robo de una computadora, de una cartera en un bus— no explica por qué personas no delincuentes atacan de esa manera. Pero sí lo explica la desesperación ante tanto caso parecido. El linchado se convierte en una especie de símbolo, y la actitud inconsciente de quienes lo atacan es la de “este no me estaba haciendo nada a mí, pero participo en darle una lección, ya sea a él o a los demás criminales.” Por eso es válido calificar los linchamientos en Guatemala como una reacción para lograr un castigo imposible de obtener por medio del sistema de justicia.

RECUERDO HABER VISTO hace unos 25 años, en la 20 calle y avenida Bolívar, cómo unas 20 personas patearon alrededor de 50 veces a un ladrón de anteojos, quien increíblemente logró escapar corriendo. Lo más impresionante fue ver a la gente salir de todos lados para patearlo, escuchar sus gemidos. El delincuente y quienes lo agredieron se hicieron humo: nadie dijo nada, y cada quien continuó su camino o sus tareas. Llegaron unos policías y preguntaron algo, como por no dejar, y se fueron. Nunca lo he olvidado. Los linchamientos, estoy seguro, aumentarán si el sistema de justicia sigue como está, porque es sinónimo de una segura falta de castigo. Solo podrán ser reducidos si se hacen esfuerzo porque esto último se reduzca o desaparezca.

07 February 2010

Entrevista: Linchamientos en la ciudad

La periodista Marta Sandoval, de elPeriódico, me hizo una entrevista vía electrónica sobre el tema, la cual se ha publicado el día de hoy (domingo 7 feb 10):

http://www.elperiodico.com.gt/es/20100207/domingo/136567/

Para aquellas personas interesadas en profundizar, en mis respuestas incluí algunas referencias hacia otros documentos. Verlas AQUÍ.

04 February 2010

Reporte GAM: enero 2010

Durante el mes de enero de 2009 se registró la muerte de dos personas linchadas, en tanto que en enero de 2010 el número fue duplicado a cuatro [más 11 heridos].

Los linchamientos constituyen un fenómeno que ha venido incrementándose, especialmente a raíz de la pobre efectividad en la solución de crímenes, además de la frustración al ver el alto índice de impunidad que alcanza el 98%. En definitiva las causas de linchamientos no podrían estar vinculadas con narcotráfico, puesto que en casi todos los casos monitoreados por GAM, se ha logrado visualizar la falta de accionar de la Policía Nacional Civil. El siguiente cuadro muestra un claro ejemplo de cuáles son los lugares donde se visualiza fuertemente la ausencia de Estado.

Alta Verapaz (1 muerto y 3 heridos)
Izabal (1 muerto)
Jutiapa (1 muerto)
Quiché (1 herido)
San Juan Sacatepéquez (1 muerto)
Zacapa (3 heridos)
Zonas 3 y 16 (en la URL) de la Ciudad de Guatemala (4 heridos)

Fuente: Cuadro elaborado por el GAM con información proporcionada por medios de comunicación.

Información tomada de "Resumen ejecutivo informe sobre situación de derechos humanos en Guatemala y hechos de violencia durante el mes de enero de 2010."

01 February 2010

La quema de Judas y los linchamientos

por Carlos A. Mendoza

En Guatemala, generalmente, se hace referencia al conflicto armado interno (1960-96) como principal antecedente de la violencia colectiva en forma de linchamientos. En particular, se afirma que hubo una enseñanza macabra con los catigos públicos contra supuestos colaboradores del enemigo. Yo, sin embargo, me he atrevido a cuestionar el peso desmedido que se le da a la reciente historia política del país y he presentado ejemplos de otros casos históricos, a principios del siglo XX y durante el siglo XIX, que también podrían ser considerados como antecedentes. Incluso, he citado casos de castigos públicos implementados como mecanismo de control social durante la era colonial. Además, he mostrado que los linchamientos han ocurrido antes en otros países y épocas. No es una reciente innovación guatemalteca.

Entre las raíces históricas más profundas, he mencionado a la misma Inquisición de la Iglesia Católica que, después de un supuesto "proceso legal" que incluía la tortura, quemaba en la plaza pública a aquellos considerados herejes. Aunque parece que esas ejecuciones no fueron algo que se dio en el Reino de Guatemala (pues la sede del "Santo Oficio" estaba en México), supongo que sí estaban presentes en el imaginario popular, pues parte del objetivo era disuadir a los enemigos de la ortodoxia.

Tradiciones populares y los linchamientos

Además de los episodios de violencia colectiva del pasado, me parece que hay que hacer un esfuerzo por entender cómo el castigo público puede estar enraizado en costumbres que nos parecen inofensivas, pero que tienen una elevada carga de violencia socialmente aceptada.

Creo que lo mencioné a mis amigos en FaceBook el otro día. En un bautizo en la Ciudad de Guatemala, de clase media urbana, hubo piñata para festejar. Era un angelito que fue felizmente destrozado por los niños. Un extranjero que participó en el evento me dijo: "Ahora entiendo porque en Guatemala son tan violentos..."

Me quedé, entonces, pensando en el origen de la costumbre de las piñatas. Aunque no podemos decir que todos los que hemos quebrado piñatas en nuestra niñez seamos personas violentas. Ciertamente, hay algo de violencia socialmente sancionada en dicho ritual de cumpleaños y fiestas infantiles. Habrá que profundizar. A lo mejor Celso Lara y otros folkloristas nos pueden ilustrar al respecto.

La Quema de Judas, el traidor

Primero vean estas fotografía en Google: AQUÍ.

Lo que me generó esta idea fue la noticia de Bolivia sobre amenazas de linchamiento por medio de monigotes como los que se hacen para representar a Judas Iscariote. Verla más abajo en un post anterior.

En Wikipedia hay un resumen interesante de los antecedentes históricos de esta tradición cristiana. Una vívida descripción se encuentra en The book of Easter by William Croswell Doane (pp. 25-26). En el mismo, Bryson-Taylor explica el ahorcamiento de Judas en México que, como verán, es muy similar en Guatemala:

"Holy Saturday is the day especially devoted to him. His effigy, made as hideous as possible —which is very hideous indeed, since his creators are endowed with the ardent imagination of their race— is placed upon funeral piles and burned with immense glee; lie is flogged, hanged, and maltreated in ways without number. In the City of Mexico such hatred is particularly and picturesquely violent. On Good Friday morning booths are erected in all parts of the city, where many Judases are sold, grotesque and distorted of visage, garbed in uncouth attire. All day long images large and small are bought by men, women, and children, by dozens, by scores, by hundreds. On the morning of Holy Saturday, the city, to the believing mind, is transformed into a vast place of execution. Ropes stretch across the street from house to house; from every rope a Judas hangs, filled with straw and gunpowder, black and very ugly swaying in the sun. He is everywhere, swinging stiffly, like a three-days gibbeted corpse; hooted at, cursed in vivid Spanish with all terms of infamy and shame. But a few minutes before twelve comes a sudden hush, a rent of stillness in the blare of noise. The crowd stands listening for the signal of noon from the bell of the cathedral, waiting keenly, in strained attention; only the Judases still swing to and fro in the sunshine, passive, unconcerned. The signal comes, booming over all the city. On the instant frenzy smites the town. Every luckless Judas is cut down by yelling men and cast headlong into flames. He explodes, individually and collectively, with dreadful noise and much vile-smelling smoke; this is the tainted soul of him fleeing forth to hell which he has merited. His end is greeted with furious rejoicings, shouts of triumph, parting yells of defiance."

Los antropólogos, como dice el artículo de Wikipedia, llaman a estos rituales de víctima propiciatoria "o lo que popularmente se conoce como 'echarle la culpa a un chivo expiatorio'. Mientras ocurre una violencia de todos contra todos, tal como la definió Hobbes, los seres humanos han descubierto que pueden otorgarle un fin a esta violencia substituyéndola con una violencia de todos contra uno. El mecanismo de la víctima propiciatoria puede definirse como la situación en la cual se escoge un individuo y se le atribuyen todas las culpas o malestares por los cuales atraviesa el grupo. El mecanismo debe su nombre a la práctica prescrita en la Biblia, en el libro del Levítico (16: 5-10), donde se ordena tomar dos chivos ("machos cabríos"), sacrificar uno a Yahvé y abandonar el otro a su suerte en el desierto. Estos chivos cargaban con todas las culpas de la comunidad, y una vez desaparecidos, se esperaba que se llevasen consigo todas las culpas que se les habían proyectado." [Fuente: AQUÍ]

En Venezuela, donde también hay linchamientos y se tiene esta tradición de quemar a Judas, se dice que "tiene un significado simbólico de justicia popular, pues a través de esta el pueblo expresa sus quejas y descontentos con relación a los acontecimientos políticos y comportamiento de figuras públicas y funcionarios del estado."

Pienso que debemos profundizar en esta hipótesis. Claro que, como varios lectores chapines ya lo están pensando, debemos también examinar la tradición de la quema del diablo, el 7 de diciembre de cada año.