elEditorial de elPeriódico (17 oct 08)
Los linchamientos han reaparecido en los últimos días. Nuevamente, las turbas se están arremolinando en torno a presuntos delincuentes, los juzgan y condenan sin ninguna garantía procesal. Como siempre, los “linchadores” torturan cruelmente a los presuntos delincuentes y pretenden dar una muerte lenta, infamante y dolorosa, haciendo gala de sadismo y profundo desprecio por el ser humano.
El linchamiento trata de constituir una justicia popular directa, ejecutiva y ejecutora al máximo, que tiene sus orígenes en los Estados Unidos de América, en las postrimerías del siglo XVIII, con dos causas principales: el odio contra los negros, principales víctimas de las ejecuciones irregulares, y la soledad de las colonias que iban estableciéndose conforme el hombre blanco extendía su influjo hacia el lejano Oeste.
El Código Penal sanciona los linchamientos bajo la denominación de “delito de muchedumbre”, el que tiene las siguientes notas tipificantes: Si la reunión tuvo por objeto cometer determinados delitos, responderán como autores todos los que hayan participado materialmente en su ejecución, así como los que sin haber tenido participación material, asumieron el carácter de directores. Asimismo, el Código Penal dispone que comete el delito de asesinato quien matare a una persona con alevosía, premeditación o perversidad brutal, y que el responsable será sancionado con prisión de 25 a 50 años, o con pena de muerte cuando el imputado acusare peligrosidad social.
No obstante, la gran mayoría de linchamientos en Guatemala permanecen impunes, y esto ha provocado que los mismos se sucedan uno tras otro, con toda su cauda de violencia, terror y psicosis, que impacta no sólo entre la población guatemalteca, sino también entre los turistas e inversionistas extranjeros.
Los informes sobre los casos de linchamientos reflejan que los mismos no necesariamente son consecuencia de la falta de acceso a la justicia o de que la justicia no haya sido pronta y cumplida, sino que obedecen a otras causas: Instigación por parte de ex patrulleros de auto defensa civil (ex PAC), hostigamiento religioso, impulsos sadomasoquistas a nivel de poblaciones desgarradas por la opresión y la violencia, bajos niveles de desarrollo humano, etcétera. Aunque algunos lo justifican con vehemencia, el linchamiento es otra manifestación de la violencia que estamos viviendo y otro síntoma de descomposición de la sociedad.
3 comments:
Estos lamentos y condenas no ayudan a solucionar el problema. No se por que se insiste en las explicaciones "politicamente correctas". Por eso mismo no se ha logrado detener el fenomeno.
Me siento frustrado...
Estimados Amigos : Bolivia comparte pocas cosas con Guatemala, es decir a parte de una gran poblacion indigena y el idioma, nuestros paises estan lejos y se conocen poco. Pero compartimos lamentablemnte el tema de los linchamientos, y de forma identica a lo que ustedes discuten , si es "justicia maya " o no nosotros discutimos si es "justicia comunitaria" o no... mientras tanto los linchamientos siguen....
Estoy seguro que le interesará esta pequeña investigación sobre el tema de la famosa “justicia comunitaria” en http://nuestroperronegro.blogspot.
com/2008/10/bolivia-justicia-comunitaria-la.html. El tema de si los linchamientos entran o no en esa categoría de justicia me resulta insulso con toda franqueza.
Atentamente,
luis Eduardo Siles
Mas sobre linchamientos en BOLIVIA
http://www.la-razon.com/versiones/20080302_006199/nota_246_557216.htm
Gracias a Luis Eduardo Siles por las referencias! CM
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